jueves, 5 de julio de 2007

La Garantía Cinépolis

A pesar de que la globalización esta acabando con toda peculiaridad cultural existente hasta en los más recónditos lugares del mundo, aún hay cosillas que no dejan de sorprenderme. Quizá sea por estas cosas por las que sigue mereciendo la pena caminar por estos andurriales.
Por poner algunos ejemplos, en estos días, me ha tocado conocer dos calles en Ciudad Obregón con nombres tan democráticos e impensables como “Sufragio efectivo” y “No reelección” ( y os juro que no es coña) , orquestas de terraza de cafetería que tocan peticiones que les haces llegar en servilletas mugrosas, o que esta permitido (sin ninguna restricción) el ponerse a gritar en medio de la calle que el fin del mundo se acerca con un equipo de sonido de cientos de watios de potencia.
También me han dicho que una persona a la que conozco tiene 2 familias, la de diario y la de los domingos y ocasiones oficiales, y que ambas familias saben que la otra existe pero se toleran sin más (al parecer , esto no es tan infrecuente por aquí como pudiera pensarse).

No obstante y pese a que todo esto es bastante alucinante, una de las cosas que más me ha sorprendido al ir al cine el otro día (por cierto, vi, "Crimen Perfecto" y le doy un 7) ha sido la "Garantía Cinépolis". Al parecer consiste en que el espectador comienza a ver la pelicula y, si antes de la media hora decide que no le gusta, puede salirse y reclamar otra entrada de manera gratuita para ver otra peli.

No es mala idea. Continuando con ella, no estaría nada mal que nos dejaran vivir hasta los 30 y si nuestra vida no nos gusta, pudieramos salir de la "sala" y elegir otra. Me temo que por desgracia los de Cinépolis son más generosos que el que nos ha puesto sobre la faz de la tierra. A joderse toca!

Mañana a las nueve menos veinte de la noche, hora mexicana, tomo mi avión para España. Nos vemos en aquellas tierras (si os apetece, claro).

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