miércoles, 24 de diciembre de 2008

El sitio de mi recreo

Pocas veces he sido tan feliz como después de limpiar la cuadra de los cerdos. Era entretenido esquivar sus curiosos mordiscos en la botas de goma y obligarlos a moverse para poder limpiar justo el lugar en el que estaban acostados. Tras recoger todos sus excrementos y rascar el suelo de hormigón con una pala, lanzarles la paja a puñados y ver cómo la mascaban y se revolcaban felices en ella, se apoderaba de mi una sensación de deber cumplido que pocas veces he vuelto a tener.

Todos tenemos un lugar físico, una sensación, un paisaje natural o emocional que es donde mejor estamos. ¿Cuál el vuestro?

domingo, 21 de diciembre de 2008

Historias de Trenes

El perro también paga billete – senteció el gordo revisor de tren.

Inmediatamente hice mi radiografía psicológica del menda en cuestión. Tipo mediocre con uniforme (aunque sea de ferroviario), que no manda en ningún sitio que no sea un vagón, menos popular que una chuleta de cerdo en Irak y con ansias de revancha con la vida y con todo ser sin liquidez que cayera en sus manos.

En este caso, el individuo insolvente era un muchacho joven, como sacado del film “Hacia rutas salvajes” que viajaba con sus pantalones vaqueros tupidos de mierda de aceras de todas España y parte del extranjero.

Vuelvo dentro de un rato…si no tienes el dinero, te bajas en la siguiente estación. (seguramente, el poder ejecutar esto le produciría a nuestro mini Sadam Hussein ferroviario, endorfinas suficientes para sobrevivir unos cuantos días más con la autoestima por las nubes).

Yo observaba la escena desde la distancia. Llevaba unas 28 horas de viaje y mi capacidad de reacción era limitada.

A pesar de todo le pregunté al mochilero, cuánto le faltaba y le solté el euro y medio necesario para completar el billete de su mascota. (Así, sin avales ni garantías adicionales, sin estudio de nómina…por la filosa. ¡Es que cuando me pongo generoso¡)

Después me senté en el asiento 203 del vagón 3 del regional Madrid-León y observé a mi nuevo amigo y a su mascota.

Posiblemente yo tenía unos cuantos “euros y medio” más que él pero no tan buena compañía de viaje.

sábado, 29 de noviembre de 2008

De ferias y convenciones...

Este fin de semana me ha tocado estar en la Expo Pecuaria de La Piedad, Michoacán.

Por si fuera poco el castigo divino de evitar que los niños te roben los folletos y regalos publicitarios, intentar comunicarte con tus clientes por encima de los decibelios de mariachis, bandas y equipos de megafonía sonando todos al mismo tiempo y atender a estudiantes, curiosos y vendedores (que a su vez venden al vendedor que en este caso soy yo), me ha tocado estrecharle la mano al Señor Gobernador del Estado que según las malas lenguas había pasado una “mala noche” y explicarle algo que yo no quería decirle, ni él tenía las mínimas ganas de escuchar ante el séquito de periodistas, pelotas y guardaespaldas que le rodeaba.

En cualquier caso, estas cosas siempre deparan sorpresas agradables. Para ejemplo un botón:

Yo:
- Hola, ¿le puedo ayudar en algo?

El otro:
- Pues, no mucho, estamos en tiempos difíciles y estoy pensando en abandonar el negocio.
Yo
- Bueno hombre, pero tiene que arreglarse en el breve plazo….no puede durar mucho más.
El otro:
- Si, llevo muchos años en esto, y la verdad es que nunca le había bajado nada al negocio…
Yo:
- Ah ¿si? Y cuantas hembras tiene ahora entonces?

El otro:
- Unas diez…

Yo (para mí):

-(Unas 10….seguro que exagera en un 20%!!)


(Para lo neófitos en las cuestiones porcinas, tener 10 hembras (menos el 20%) y considerarse ganadero de cerdos es como ser portero de discoteca y poner en tu tarjeta de trabajas como “door manager”. )

miércoles, 26 de noviembre de 2008

domingo, 23 de noviembre de 2008

Esto es muy bueno....




Pues lo dicho, putos lectores de mierda...a tomar por culo todos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

So happy...so sad

Cuando al marcharse recogió sus cosas sólo se dejó una caja de cereales enriquecidos en fibra en la despensa. Cada día como un puñado, y mientras lo hago pienso que ojala volviera antes de que se terminen...



Y sin embargo…hay que mantener la alegría. No hay nada peor que ser un coñazo de persona!

jueves, 20 de noviembre de 2008

Local Hero

Mac llega a su apartamento de soltero en medio de la gran ciudad. Allí, nadie le espera.
De su estancia en aquel diminuto pueblo pesquero, sólo guarda algunas conchas en los bolsillos de su gabardina. Las va depositando poco a poco en la meseta de su cocina y los aromas del mar de Escocia traen a su mente de golpe todo lo bueno del mágico lugar en el que ha pasado las últimas semanas. Instintivamente mira hacia la ventana y le es imposible no comparar ese cielo metálico con las auroras boreales de las fué testigo sólo unos días antes; el ruido de la ciudad, con la quietud del murmullo del mar; el anonimato urbano con la humanidad del pequeño pueblo escocés lleno de excéntricos personajes en los que él acabo siendo todo un héroe.

Local Hero es una película muy recomendable, sin duda. Me gustó tanto en su momento, que me da miedo volver a verla para que su recuerdo no se modifique en mi memoria.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

De tarántulas y serpientes de cascabel....

Para que veáis lo peligroso que es mi trabajo....

Esto es mi mano sujetando una tarántula con la ayuda inestimable de una botella de cocacola rota que encontré por allí....



Y esto, no es un documental del National Geographic, no....es uno de mis paseítos por la campiña Sonorense....no se ve muy bien pero os aseguro que en el mismo plano hay una tarántula y una serpiente de cascabel...y además, no son de goma!



Take a walk on the wild side...

martes, 18 de noviembre de 2008

El Vampiro Fronterizo

Esta claro que en este pinche mundo globalizado hay que saber idiomas...

lunes, 17 de noviembre de 2008

Seguimos Perruceando....

Amiguitos míos… el aburrimiento es letal.

Hoy es día festivo aquí en México (el primero que me toca vivir como residente en este cálido país) y me he levantado pronto. He trabajado intensamente. Cualquier excusa es buena para no darle un pase de escoba y fregona (o trapeador, como dicen por aquí) a mi casa pero después de 5 horas de trabajo y el rumor continuo de los coches que pasean a sus ociosos ocupantes por esta bella ciudad, me he dado cuartelillo a mi mismo y me he puesto a leer los periódicos online. He descubierto que no soy el único aburrido muermazo en este planeta. No señor, los periodistas también se aburren y de hecho se aburren mucho. ¿Por qué lo digo?

Bueno, parece que en uno de los discursos de Obama (quien al parecer es la cura para todo, incluido el hambre en África,las almorranas, la alopecia y el cáncer de próstata), señaló que si ganaba las elecciones les compraría a sus hijas un perrito para entrar con el de la patita en la Casa Blanca allá por Enero del año que viene. Como digo, no falta gente ociosa (como un servidor) y ya se están haciendo todo tipo de cábalas sobre los nombres, razas, orígenes y nivel educativo la nueva mascota presidencial.

En cuanto a los nombres, hay sugerencias curiosas como el de «Bark Obama» o incluso cambiándole el sexo (por qué razón tendría que ser macho) llamarlo «Sarah», en clara alusión a la perrilla de Alaska contrincante acérrima que hace poco tiempo en una pataleta “fascistoide” llamó imbéciles a los asesores de McCain (afortunadamente, no llevaba su rifle a mano…).

En cuanto a las razas y procedencia, también se hacen apuestas. Dado el discurso “pseudocomunista” (entiéndase este término en el contexto estadounidense) hay organizaciones como PETA (nombre sospechoso, ¿no?) que han recogido ya más de 50.000 firmas para que Obama rescate a un perro de algún centro de animales. Por su parte, un refugio canino español, ha ofrecido también a Happy (seguro que se llamaba Rayo y lo rebautizaron para que no diera el cante en Washington), uno de los huéspedes de sus instalaciones para ser ofrecido al nuevo presidente. Aquí tenemos a nuestro candidato nacional:


Pero la historia, lejos de acabar aquí, se complica sobremanera puesto que una de las descendientes de Barak es alérgica al pelo de los animales. Es por esto, que las razas que comienzan a postularse son razas alopécicas. El más firme candidato a ocupar la plaza de perro hipoalergénico es un ejemplar de la Raza Perro Peruano sin Pelo, que sea dicho de paso también, tiene tendencia a perder sus dientes desde muy temprana edad. Este perruzo era muy popular entre los Incas y al parecer cumple los dos requisitos necesarios. No producirá alergia en la pequeña Obama y además, “no es de raza” (es curioso, pero yo diría que esta es una raza también…se ve que Perú no es nadie de peso en el Comité Cinológico Internacional!).

En la Chaquetinaporsirefresca también tenemos a nuestro candidato:



Guau! Qué belleza!!!

jueves, 13 de noviembre de 2008

Julián Muñoz...


Por supuesto, esta causa es extensible a todos los parásitos chupópteros que pululan en este mundo podrido de la televisión...pero muy en especial a estos adictos al pelotazo, vagos y maleantes. Todos os tenéis que levantar cada día muy prontito por la mañana, y hacer muchas cosas que no os gustan por mucho menos dinero de el que el elemento este va a recibir por HABERNOS ROBADO Y SALIR A CONTARLO. DE VERAS, NO LO VEÁIS!!!!!!!! Tenemos que dar un mensaje a las televisiones sobre estas cosas...cada vez que lo pienso, me hierve la sangre (y eso que creía que tenía horchata en las venas!)

Soy un mal pensado...

Me senté con Jorge en la terraza de un café situado en un centro comercial en un área de oficinas de Bogotá. Prácticamente, en frente de la embajada de Canadá; lugar en el que teníamos cita con el agregado Agrícola a las cuatro de la tarde.
Jorge se fué al baño y me dejó encargado un capuccino con Bayleys (o como se escriba). Por no pensar demasiado (soy así) decidí pedir lo mismo que él.

Estaba yo allí tan tranquilo, cuando se acercó un camarero generoso en carnes y en sonrisa y, ni corto ni perezoso me soltó aquello de:

"Qué le provoca?"

Estaba a punto de decirle que "me provocaba" casi todo excepto los hombres y las tetas operadas y que se olvidara de cualquier "affaire sexual" conmigo, cuando un soplo de sentido común llegó a mi pervertida cabeza y supuse que en realidad me estaba preguntando sobre lo que quería que me trajera para tomar.

En fin...con estas cuestiones linguisticas, hay que tener cuidado. Las carga el diablo!

Os dejo con una optimista canción que me levanta el ánimo en los dias grises.

martes, 11 de noviembre de 2008

Una inquietante presencia

Salí del cine con cierta indiferencia. Con la sensación gratificante de haber acabado con aquella interminable tarde de sábado pero un poco decepcionado por el prometedor film “Pasiones Privadas en Lugares Públicos”. Bueno, la peli no está mal...ni bien tampoco. Una profundísima producción gabacha de esas que ahondan en las complejas relaciones humanas de los urbanitas impenitentes; en los miedos, en los complejos, en las extravagancias y miserias que todos tenemos dentro en esta sociedad moderna nihilista que nos aliena de manera irremediable… (jijiji)

Pero bueno, esto realmente no es relevante. Unos 25 minutos de caminata a tempo “allegre ma non tropo” (aquella frívola comedia de Colomo de tocadores de trompa (y me refiero al instrumento musical)) separan el Centro Magno de mi humilde y desordenada morada.

Tenía hambre. Como de costumbre, y desoyendo los consejos de los médicos y de todos aquellos que me quieren, no había comido nada al medio día y ya eran casi las 9 de la noche. Pasé por un OXXO a hacer avituallamiento de comida basura camuflada de healthy y seguí caminando. El sándwich no tardó más de 2 minutos en ser engullido. Le siguió la barrita energética que me daba mi dosis de azúcares simples para acabar con la terrible sensación de “meapetecealgodulce”, para terminar con un desconocido brebaje con aroma a manzana reineta plastificada.

A la altura de la Minerva se me cruzó un chucho de esos que frecuentan las calles; de tipín estilizado a fuerza de pasar hambre y correr para evitar las palizas y los coches. Por un instante, su imagen ocupó mi mente. Un pensamiento fugaz me hizo pensar en el bicho en cuestión y prácticamente de forma inconsciente vi que era una perra y que posiblemente tenía sangre de pastor alemán, labrador, chihuahueño y rata de alcantarilla mezclada en misteriosas proporciones. Una de esos originales seres que constituyen en sí mismos un homenaje a la biodiversidad ante las cuales, la variedad de plantas de todo el amazonas no pasan de colección de estudiante de primero de botánica sin demasiada vocación por su carrera.

El caso es que seguí caminando. Me crucé con un coche de policía. No sé por qué tengo tendencia a pensar que la policía siempre me va a parar y me va a detener por aquella vez que robé unos chicles con cinco o seis años en la tienda de Emérita. Supongo que será el atávico complejo de culpabilidad que don Gildo (el cura que me dio la primera comunión) inculcó en todos nosotros.

Noté que alguien me seguía. No era una presencia humana. El pisar parecía más ligero. Cuando se puso a mi altura supe que era la perra que había visto en la Minerva. Siguieron pasando los minutos, y el animalito me rondaba. Varias hipótesis circularon mi primitivo cerebro; desde la que señalaba que el animalito tenía hambre y buscaba un lugar oscuro para atacarme y devorarme; hasta la que presuponía que dentro de aquel enigmático ser habitaba el alma de alguien que me conoció en otra vida e intentaba comunicarme algo.

Me empecé a poner nervioso. Ya no llevaba nada en las manos por lo que no acaba de entender por qué resultaba atractivo para el bichito en cuestión. Me crucé con bastante gente, pero el can seguía a mi lado. En muchos momentos a mi vera, como si lo llevara atado por una corta correa imaginaria. A unos metros de distancia descubrí ante mí unas bolsas de basura y en cierto sentido, me tranquilicé. Pensé que mi compañera de viaje se quedaría olisqueándolas o quizá rompiendo alguna porque al fin y al cabo, algo comestible tendría que haber allí. Ella se adelantó unos metros. Olfateo los mugrosos plásticos y al pasar a su lado me siguió como si ya, definitivamente, me hubiera adoptado. Aquello ya no podía ser una casualidad. Comencé a repasar mi comportamiento en los últimos minutos para ver si con alguno de mis actos, inconscientemente podría haber establecido ese nexo de unión. (la salchicha que le compré en Dogos Meño pudo tener algo que ver? No creo…lo descarté de inmediato). No, en serio. No le había hecho ni el más mínimo gesto de aproximación o amistad. Me había pasado justo lo que me ocurre con los tipos raritos en los antros nocturnos; se me pegan sin que exista relación causa efecto que lo justifique.

Llegamos a la glorieta que hay delante de la Galería del Calzado. Es una gran glorieta, de tráfico intenso. Por un lado, pensé que el animal tendría la experiencia suficiente como para no ser atropellado. Por otro, que después de aquel obstáculo, sería fácil “quitármelo de encima”.

Crucé la primera carretera y ella me siguió con habilidad. No iba a ser tan fácil quitármela de encima. Sólo quedaba otra calle para llegar a Juan Palomar y Arias. El semáforo estaba verde para los automóviles así que me detuve. Por supuesto, mi “sombra canina” se paró a mi lado y cuando todos los automóviles hubieron pasado, cruzamos los dos en paralelo.

Los últimos 500 metros de mi recorrido fueron aún más íntimos. La perra se colocó a mi derecha, a unos 30 centímetros de mi cuerpo. Me crucé con dos guardias de seguridad privada y les miré con cara de “no es mía”, aunque inmediatamente pensé que no tenía por qué dar explicaciones.

Durante estos últimos metros pensé en diversas posibilidades. ¿Subirla a casa y adoptarla? Si, pero ¿quién iba a cuidarla en mis múltiples viajes?. Pensé que quizá se quedaría en el portal y podría alimentarla todos los días aunque viviera en la calle…

Finalmente, justo antes de llegar a mi casa, hice un quiebro traicionero y ruín y me metí en Farmacias Benavides.

No entró conmigo.

Cuando salí, ya no estaba.

Por un lado, me sentí aliviado. Por otro, pensé que una gran oportunidad había sido desperdiciada.


Y....hablando de perros.....


viernes, 7 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

Cromatografía

Una cromatografía es una prueba laboratorial en la que se hace pasar una sustancia de consistencia más o menos fluida sobre otra fase, generalmente sólida o gelificada.
Las moléculas del líquido interactúan con las del gel. Se establecen fuerzas de atracción y repulsión entre ellas. La misma materia móvil se comporta de distinto modo al pasar por dos sustratos de distinta naturaleza. La traza que deja a su paso, y la distancia que llega a recorrer el material licuado es única y característica para cada binomio “gel/líquido”.
De la misma forma, los sentimientos son enigmáticos fluidos que atraviesan nuestras almas a distinta velocidad en función de la naturaleza de estas. Nunca se van del todo, siempre dejan una huella característica e indeleble en nuestro interior que va conformando para bien o para mal lo que acabamos siendo y que, definitivamente, no es fácil de cambiar...

QUE NO!





Nota: El hotel fueron unos 600,000 pesos...pero creo que fué más espectacular pagar 15,000 pesos por 2 capuccinos con Bayleys...

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Peludo ya esta en casa!!

Echad un vistazo a este blog...merece la pena...

http://www.todopormiperro.blogspot.com/

martes, 4 de noviembre de 2008

El Peso Colombiano

Acabo de llegar a Colombia.

Con mi pachorra habitual:

no he mirado el tiempo que hace en Bogotá antes de salir de Guadalajara (mi ignorancia supina me hizo pensar que en Colombia siempre hacía calor) y hace un fresquito que jode),

no tenía la dirección del Hotel en el que me habían hecho la reserva,

no sabía si mis teléfonos funcionarían,

no he cambiado pesos / euros / USD a moneda local,

no miré si hacía falta visado (imaginaba que no, y acerté)

y lo mejor de todo...no había visto el valor del peso Colombiano que viene siendo como tres mil veces inferior al euro...

Se utilizará? No sé. Ahora salgo a comprobarlo!

Supongo que tendré que sacar unos cuanto millones del cajero para pagar el hotel!!

domingo, 2 de noviembre de 2008

That´s life

Cuando uno piensa que lo lleva todo más o menos encarrilado, que es mejor persona, que su estabilidad comienza…llega la vida y te pone en tu lugar.

La vida es esa justiciera camuflada que aparece en forma de cliente, policía travestido, secretaria de dirección o mujer que frustra tus esperanzas vitales. No digo que los correctivos vitales sean aleatorios; seguramente cada cosa que sucede tiene una razón de ser y muy posiblemente, merezcamos en mayor o menor grado las cosas que nos ocurren. Esto es algo bueno para recordar siempre o de lo contrario acabaremos pensando, mientras nos miramos al ombligo, que somos objeto de algún maleficio o estamos en el centro de un huracán de acontecimientos negativos que se arremolinan a muchos kilómetros por hora a nuestro alrededor sin que podamos hacer nada para remediarlo.

La mejor definición de pesadumbre, de mercúrica tristeza, la hizo el adicto y adictivo Andrés Calamaro en una de sus canciones de Alta Suciedad (ese disco de brillante producción y alucinógenas letras): “tengo adentro del pecho un hondo presentimiento, como de haberme tragado una bolsa de cemento”.

En este estado de melacólica tristeza e ingenua esperanza queda reinagurada “La Chaquetina por si Refresca”



That's life, that's what all the people say.
Así es la vida, es lo que todo el mundo dice.
You're riding high in April,
En Abril estás de puta madre
Shot down in May
Y hecho una mierda en mayo.
But I know I'm gonna change that tune,
Pero…se que voy a cambiar eso,
When I'm back on top, back on top in June.
Cuando esté de nuevo en lo más alto en Junio.
I said that's life, and as funny as it may seem
Así es la vida, por divertido que parezca,
Some people get their kicks,
Hay gente que disfruta
Stompin' on a dream
Pisoteando un sueño
But I don't let it, let it get me down,
Pero no dejaré que me afecte,
'Cause this fine ol' world it keeps spinning around
Porque este jodido y Viejo mundo, sigue girando.
I've been a puppet, a pauper, a pirate,
He sido un cachorro, un pobre, un pirata,
A poet, a pawn and a king.
un poeta, un peón y un rey.
I've been up and down and over and out
He estado arriba y abajo, adentro y afuera,
And I know one thing:
Y sé una cosa:
Each time I find myself, flat on my face,
Cada vez que me encuentro hundido en la mierda,
I pick myself up and get back in the race.
Me levanto y vuelvo a la carrera
That's life
Así es la vida,
I tell ya, I can't deny it,
Ya te digo, es innegable
I thought of quitting baby,
Pensé en rendirme,
But my heart just ain't gonna buy it.
Pero mi corazón no lo permitirá.
And if I didn't think it was worth one single try,
Y si no pensara que vale la pena el intento
I'd jump right on a big bird and then I'd fly
Saltaría sobre un gran pájaro y volaría
I've been a puppet, a pauper, a pirate,
He sido un cachorro, un pobre, un pirata,
A poet, a pawn and a king.
Un poeta, un peon y un rey.
I've been up and down and over and out
He estado arriba y abajo, adentro y afuera
And I know one thing:
Y se una cosa
Each time I find myself laying flat on my face,
Cada vez que me encuentre hundido en la mierda,
I just pick myself up and get back in the race
Me levanto y vuelvo a la carrera
That's life
Así es la vida
That's life and I can't deny it
Así es la vida y no puedo negarlo
Many times I thought of cutting out
Muchas veces pensé en dejarla
But my heart won't buy it
Pero mi corazón no lo aceptará
But if there's nothing shakin' come this here july
Pero, si no ocurre nada para cuando llegue Julio
I'm gonna roll myself up in a big ball and die
Me enrollaré en una gran pelota y moriré.

sábado, 21 de junio de 2008

miércoles, 4 de junio de 2008

Historias de Taxi (3)

Últimamente tomo muchos taxis y la verdad es que cada viaje acaba siendo muy enriquecedor. Tengo ejemplos para dar y tomar (desde el taxista que se puso a cantarme canciones de Joselito, el pequeño ruiseñor, hasta aquel que me contó cómo había pasado de "mojado" a Estados Unidos pero que se había vuelto porque todo el dinero del mundo no pagaba aquello y los amigos con los que había ido eran muy borrachos).

Hoy, a las 5 y media de la mañana me he subido a un taxi (al que había llamado la noche anterior) que me estaba esperando puntual en la puerta de mi edificio.

Taxista: Vamos por Manuel Acuña?
Yo: Vale. No te creas que yo controlo mucho. Hace poco que llegué a la ciudad.
Taxista: Si, vamos por aquí. Mira, ahí mismo está la casa del Gobernador del Estado.
Yo: Vaya! Y, ¿ es la residencia oficial? Quiero decir, que no es su residencia particular sino una casa a la que se muda el nuevo gobernador cuando es elegido, ¿no?
Taxista: Así es.
Yo: Osea que vivo en la misma calle que el gobernador y no lo sabía! Bueno, así al menos puedo confiar en que es una zona segura.
Taxista: Bueno, segura y conflictiva también.
Yo: ¿Cómo es eso de "segura" y "conflictiva"?
Taxita: Hace 3 meses, a dos cuadras de donde tu vives, mataron a seis abogados , a una secretaria y a una chica que les vendía celulares a los del bufete y que “pasaba por allí”.
Yo: ……………

lunes, 2 de junio de 2008

Vespaña (2)

Por Dios!!!!

Si en algo me apreciáis y os queréis a vosotros mismos, leed el post de el 14 de Junio del Blog Vespaña:

http://vespana.blogspot.com/2006_06_01_archive.html

el que se titula "4 Viajeros".....

Tengo que cambiar de vida....

Vespaña

Sólo un texto claro, conciso, concreto y...por qué no decirlo "telúrico" (si seguís mi consejo, en el algún momento sabréis a qué me refiero). Una recomendación; un regalo; algo que agredeceréis; que os enganchará, os emocionará. Leed de cabo a rabo el siguiente blog:

http://vespana.blogspot.com/

Empezad por el mes de Marzo de 2006 y acabad en diciembre de 2006.

Os reiréis, veréis fotos preciosas, si conocéis alguno de los lugares os veréis identificados. Tengo que hacer algo parecido. Enhorabuena Ander!!!!

domingo, 1 de junio de 2008

Deportes de Riesgo

Si al nacer te lanzaste desde el claustro materno al vacío haciendo “puenting” con tu cordón umbilical; si eres de los que se arriesgan mezclando la ropa blanca y la de color; si aparcas en zona de minusválidos sin miedo a las represalias de los agentes de la autoridad; si a ti la adrenalina te gusta servida en vaso de tubo... Entonces, te invito a una nueva actividad que sobrepasa todo lo que nunca jamás haya experimentado un ser humano que siga vivo para contarlo. ¿De qué se trata?

Ser peatón en Guadalajara.

Siente el vértigo de los retrovisores de los autobuses acariciando tu cabello; la emoción de cruzar un semáforo en Avenida Vallarta con Juan Palomar y Arias; el chute catecolamínimo de ver a una camioneta acercándose acelerando ante la excitación de poder atropellarte; la indescriptible sensación de respirar el aire plagado de metales pesados en el calor sofocante de mayo mientras los conductores le observan cómodamente desde el interior de sus vehículos perfectamente estacionados en medio del paso de peatones que pretendes cruzar; el amenazante sonido de los motores en el instante inmediatamente anterior a que el semáforo se ponga en verde.

Oferta restringida a Menores de 35 años en buen estado físico. Se requiere pasar test psicotécnico y tener seguro de vida en beneficio de la Mutua de Conductores de Guadalajara.

Definitivamente…esta no es ciudad para peatones!

viernes, 30 de mayo de 2008

¿Que la vivienda esta cara? Os quejáis de vicio..Leed, leed.

Intrigado por la misteriosa desaparición de alimentos de su frigorífico, un japonés se llevó una enorme sorpresa al descubrir a una mujer que vivía en un armario de su casa desde hacía meses.
El hombre, un soltero de 57 años, instaló una cámara de seguridad en su casa, en la localidad de Fukuoka (oeste), para averiguar el motivo de la desaparición de comida de su cocina. Al poco tiempo descubrió en las imágenes a una mujer que se paseaba por su domicilio cuando él estaba ausente. La policía se presentó en la vivienda y, al registrarla, «descubrimos a la mujer instalada en un armario», según ha explicado un portavoz de la policía de Fukuoka.
La mujer, Tatsuko Horikawa, de 58 años, vivía escondida en la parte superior de un armario, apenas lo suficientemente grande para albergar a una persona acostada, donde había instalado un colchón y varias botellas de agua. La mujer «explicó a los investigadores que no tenía donde vivir. Parece que vivió aquí durante un año, aunque no todo el tiempo», declaró el portavoz.
La mujer fue detenida y la policía sospecha que pudo haber instalado escondrijos en los armarios de otras viviendas del barrio.




P.D. Y encima la detienen a la pobre! (a perro flaco, todo se le vuelven pulgas)

miércoles, 28 de mayo de 2008

La metáfora del Renacuajo.

Simplificando un tanto mi trabajo puedo decir que a lo que me dedico es "a vender cerdos". Estamos saliendo de una crisis bastante fuerte en este glamuroso sector y, como después de cada crisis, parece que la demanda en nuestros productos va a aumentando. Desafortunadamente, este incremento en la demanda ha coincidido justamente, con un grave problema en nuestro departamento de producción. Por lo tanto, resulta que tenemos pedidos que no podemos vender (después de todo el trabajo comercial realizado).

Las cosas no hay que tomárselas muy a la tremenda así que recordé que aún puede haber casos más dramáticos. Por ejemplo lo que le ocurre a los renacuajos...si, si, a los renacuajos. Tras eclosionar de su huevo, van elongando su cola. Llega un momento en que tienen un potente instrumento cuya relación con su tamaño corporal haría palidecer de envidia al propio Nacho Vidal. Pues bien, justo en el instante en que les empiezan a crecer los brazos...les involuciona la cola.

Si la reencarnación fuera un hecho, sin duda los renacuajos tuvieron que ser muy cabrones en una vida anterior?

domingo, 25 de mayo de 2008

Tengo un 74 en la 23 con Lincoln Avenue!

El otro día estaba yo buscando locales candidatos a ser mi futura oficina en Plaza Bonita. Encontré uno que no estaba nada mal y me puse a hacerle una foto con el móvil para enviársela a mi superior y pedirle opinión al respecto. En esas labores gráficas estaba cuando llegó un guardia de seguridad y me dijo que no podía hacer eso y que destruyera mi obra. Yo le dije que eso era una gilipollez y que no tenía sentido. Él me dijo que sólo cumplia órdenes. Entonces sacó su radio (icono del poder de los guardias de seguridad) y habló con su superior. "Tengo un 74 en el local 24 B". No pude evitar que se me escapara una sonrisa. Lo primero que pensé es si estarían jugando a los barcos y el duendecillo burlón que llevo dentro dijo "agua!". Afortunadamente el tipo no supo a qué me refería. Después ridiculizando al macaco en cuestión y a toda su organización (los Boinas Negras!!!!) pensé si de verdad habría un código para describir a un español haciendo una foto a una oficina con un teléfono móvil. De ser así, eso debía de ser un signo inequívoco de que la sociedad está en coma cerebral (colectivo, se entiende). En fin, que yo persistí en mi rebelde actitud y me opuse a que manipularan mi teléfono móvil. El agente de la ley y el orden volvió a repetir que, o bien borraba la foto o de lo contrario necesitaría mi nombre. No quisé tensar más la cuerda, asi que se lo dí y me marché. Si algo le ocurre a un local en Plaza Bonita (Guadalajara, Jalisco), el primer sospechoso será un tal "Andrés Pajares"! (como si tuviera poco lío el pobre encima!! Tendría que haber dicho que me llamaba "Pitita Ridruejo" (claro que quizá no hubiera colado sin ese tupé tan caracterísitico!)

Me metí en uno de los locales de la plaza, y poco después lo ví pasar. El sabueso me había seguido la pista con su negra trufa canina. Seguramente pensara que yo podía ser una especie de terrorista. Sin duda alguna esto fué lo más emocionante que nos pasó a los dos aquel día....

martes, 20 de mayo de 2008

Que te vaya muy bien...

No había teléfonos móviles así que, durante todo el mes de julio seguíamos el recorrido de la cosechadora por el monte para saber a qué hora teníamos que estar preparados para subir con nuestro viejo y destartalado tractor Ebro rojo a recoger el centeno. El lapso de tiempo entre la madurez de las espigas y las primeras tormentas de verano era muy corto por lo que se cosechaba casi durante las veinticuatro horas del día. En ocasiones teníamos que ir a las fincas de noche. Siempre sacábamos el remolque a mano aprovechando el desnivel del portal de la casa. Girábamos su lanza para dejarlo orientado en la posición adecuaba. Entonces mi abuelo arrancaba el tractor y atravesaba las puertas grandes del corral marcha atrás dejando sólo un par de dedos de holgura a cada lado de las enormes ruedas. Después, se colocaba ante el remolque y retrocedía con cuidado. Cuando estaba a un par de metros, yo levantaba la lanza con todas mis fuerzas y él se aproximaba cuidadosamente hasta que ambos elementos, tractor y remolque, pudieran conectarse. Entonces, yo me iba corriendo a cerrar las puertas por la que habíamos salido y de un salto me encaramaba al pescante. Atravesábamos el pueblo a toda velocidad. Ascendíamos por la cuesta que hay junto al campo de fútbol y pasábamos junto a la majada y la fuente de la cuesta. Los mastines y careas salían a nuestro paso ladrando y mostrando los dientes de forma furiosa. No importaba. En aquellos momentos éramos invulnerables. Justo con el fin de los ladridos, se acababan también las luces del pueblo. Nos adentrábamos en la oscuridad del campo abierto. En ocasiones, liebres y conejos salían a nuestro paso y quedaban aturdidas por las luces. Entonces, mi excitación aumentaba y me sentía como un reportero del National Geographic en una expedición en medio de la sabanah africana. Al llegar a la finca apagábamos los motores y esperábamos en silencio. Yo me tumbaba en el fondo del remolque y miraba al cielo. Nunca he vuelto a ver un cielo tan bonito. Algunas noches veía tantas estrellas fugaces que se me acababan los deseos. “Un deseo por cada estrella fugaz”; ese era el trato. Ahora se que en realidad no veía tantas estrellas sino que tenía pocos deseos.

A lo lejos se veía el pueblo y se oía la cosechadora acercándose. El ingenio mecánico entraba en la finca y la iluminaba casi por completo. Poco a poco iba digiriendo el cereal, llenando su panza con el grano y dejando hileras paralelas de paja trillada. Al final, lo vomitaba todo en el remolque en el que yo me subía para ir distribuyendo el centeno hacia las esquinas para evitar que rebosara por alguno de los laterales. El grano aún estaba caliente y lleno de insectos que saltaban a mi alrededor.

Hace un par de meses yo estaba en un hospital con mi abuelo. Lo acabábamos de acostar. Lo habían ingresado después de una fuerte crisis de salud y en un par de días yo venía para México. Cuando me despedí de él, le di un beso en la frente. Él me miró tranquilo y me dijo “que te vaya muy bien”. Aquella fue la primera vez que lo vi. Ahora se que aquel deseo se extendía más allá de unas cuantos días. Era su forma de despedirse para siempre.

El domingo pasado yo estaba en Minneapolis. Como cada domingo, llamé a casa de mis padres. Me dieron la terrible noticia y se me hizo un nudo en la garganta. No pude seguir hablando. Mi abuela me dijo que llorara y que no preocupara. Que había estado con él y que mi abuelo había muerto “tranquilo”.

Me sentí mal por no haber estado más cerca. De él me quedan todos los momentos únicos que vivimos...como aquellas noches de verano en las que subíamos a asustar a las liebres con nuestro ruidoso tractor rojo.

jueves, 15 de mayo de 2008

Todos tenemos un mal día

La verdad, es que no he tenido mucho tiempo últimamente, ni espero tenerlo próximamente asi que...siento no currármelo un poquito más... en cualquier caso, creo que esto es una joyita bastante interesante que merece la pena ver. Al menos, ni me lo curro, que sea divertido..allá va!!!







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Conoce la verdad de los rostros de las grandes estrellas. ¡El cambio es abismal!

domingo, 4 de mayo de 2008

Lars y una chica de verdad

Lars vive en un pequeño pueblo americano de esos que seguramente existan y en el que todos se conocen y hacen cosas “por la comunidad” en los que la vida gira en torno a la iglesia y se considera una situación límite el hecho de que a la Mrs. Smith se le queme el pastel de carne. Es un chico rarito que un día da un paso más allá de lo simplemente excéntrico al presentar en sociedad a su nueva novia que no es lo que se dice un “gran partido”. Gracias a la colaboración de todas las fuerzas vivas del pueblo (el cura, la médico, la asociación de padres de alumnos, los compañeros de trabajo y la raquítica familia de Lars compuesta por su cuñado y su grávida esposa), logran sacar a Lars de su situación y recuperarlo para la causa.

Es una película original con un toque muy surrealista que entretiene y tiene puntos de humor sutil y cierta ironía. Por momentos me recordaba series como Doctor en Alaska, en los que el pueblo realmente es un universo conformado por personajes peculiares.

Sin ser la obra maestra del 2008 (aún conservo la esperanza de ver algo decente este año), la peli es recomendable.

Es agradable y tierna aunque hay que verla con ojos inocentes (os costará! seres de mirada sucia y escéptica! lo entiendo!) para que no resulte ridícula en algunos momentos.

miércoles, 23 de abril de 2008

Estoy tan cerca del cielo, que me quedo aqui!

Desapareció sacerdote brasileño que volaba utilizando 1.000 globos de helio

Adelir de Carli despegó de la ciudad portuaria de Paranagua dotado de un casco, un traje térmico y un paracaídas. La Fuerza Aérea y Marina de Brasil buscan al religioso en alta mar.

El sacerdote, un hombre de 42 años que pretendía imponer un record de 20 horas volando con globos de helio, celebró una misa dominical antes de partir en su aventura. De Carli, según informó el canal 'TV Globo', salió del puerto de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, con destino a Cascavel o Maringá, ciudades del mismo estado.

Denise Gallas, tesorera de su parroquia de Sao Cristovao, explicó que la desaparición fue reportada ocho horas después de que el religioso saliera del puerto y se perdiera la comunicación con las personas que lo acompañaban desde tierra firme.

La tesorera indicó que el sacerdote se elevó a una altitud de 6.000 metros y luego descendió a cerca de 2.500. Durante el vuelo los vientos le cambiaron el rumbo, por lo que Carli estaba aproximadamente 50 kilómetros fuera de la costa cuando hizo contacto por última vez con las personas que lo seguían desde el puerto. En su último contacto solicitó orientación a las autoridades portuarias para poder accionar su equipo de rastreo satelital.

''Estamos absolutamente confiados de que será encontrado con vida y en buen estado, flotando en algún lugar del océano'', apuntó la tesorera parroquial.

Esta no era la primera vez que el sacerdote hiciera una locura de este estilo. El 13 de enero Carli recorrió, de nuevo con globos de helio, 110 kilómetros, durante cuatro horas, entre Paraná y la vecina ciudad argentina de San Antonio.

martes, 22 de abril de 2008

Teléfonos Celulares (Móviles para los Españoles de la España Cañí)

Pues bien, como parte de mi adaptación a este gran pais en el que me encuentro he contratado un Nextel. El Nextel es un tipo de terminal telefónico que combina la telefonía con la radio. Entender el tipo de tarificación al que está sometido ha sido más difícil que hacer un doctorado. Creo que la dependienta de la tienda me odia (la he bombardeado a preguntas) pero también creo que no conoce su trabajo y que si me voy a preguntar a otra tienda me van a decir cosas distintas. Para que os hagáis una idea (para los lectores no mexicanos). Aquí, llamar de una ciudad a otra se considera con llamada a larga distancia. Esto significa que el que paga llama y el que recibe también (tipo llamada internacional). Para colmo, si te compras un nextel entran las variables de radio, llamada de nextel a nextel, minutos gratis y su puta madre!!!
Total que al final no tengo muy claro lo que pagaré (seguramente más de lo que está en mi mente (que supongo que es de lo que al final se trata)).

Os dejo aqui está impactante y reciente historia sobre telefonía móvil que he leido hoy en el pais digital.

"El matrimonio formado por Emine y Ramazan Çalçoban decidió romper su relación tras pelearse. Emine, de 20 años, retornó a la casa de su padre, Hamdi Pulas. La pareja, sin embargo, no dejó de reñir tras la separación y las disputas continuaron a través de mensajes en sus teléfonos móviles.
Ramazan, de 24 años, le recriminó un día a su ex mujer que siempre cambiaba de tema cuando se quedaba sin argumentos. Pero en muchos teclados de teléfono móvil no existe el carácter para la letra "I" turca (i cerrada, que se escribe sin punto), por lo que Ramazan, en lugar de teclear "sIkIsInca" (cuando te quedas sin argumentos), puso "sikisinca" (cuando te follan), cuenta el diario turco Hürriyet.
Emine se tomó el mensaje como un insulto y se lo mostró a su padre, según figura en el informe de la investigación judicial del caso. El progenitor se enfureció e increpó a su antiguo yerno: "Nos has insultado, has mancillado nuestro honor. Estás tratando a mi hija como si fuese una prostituta".
Cuando Ramazan fue a casa de su ex mujer y su antiguo suegro para explicarse, toda la familia Pulas se le echó encima y le hirieron con un cuchillo. Como venganza, Ramazan acuchilló a Emine hasta matarla y fue encarcelado por ello, pero se suicidó en la prisión.
Ahora el fiscal exige una condena de 15 años de cárcel para Hamdi Pulas y otras dos hijas suyas por el "intento de asesinato" de Ramazan.
La trágica historia fue publicada ayer por Hürriyet, que destaca en su información que el punto de la "i" en ciertas palabras de la lengua turca está causando "serios problemas" en el país.

domingo, 13 de abril de 2008

El Chikichiki

Aún a riesgo de que no leáis la anterior entrada os dejo aquí esta joya!!!

El Corral

La casa que mi abuelo construyó con sus manos y que se mantiene en pie en el pueblo es de planta cuadrangular. Las diversas estancias que la componen se disponen aún, una tras otra, constituyendo los lados de ese cuadrado, en medio del cual se encuentra el corral que era el centro de las actividades laborales que se desarrollaban en la casa por la mañana, antes de ir a trabajar al campo y por la noche, después de volver de él.

La duración de la luz diurna era el reloj que marcaba en qué momento se debía de hacer qué en el corral.

Por la mañana, se enganchaba la mula al carro, al arado o a la segadora (cuando la hubo); en las ardientes tardes de verano dormíamos en hamacas caseras hechas de madera y tela de saco mientras espantábamos las moscas. De vez en cuando se escuchaba el mugido de una de las vacas o las peleas entre los gatos por la mejor posición en el plato de las sobras de la comida. La mula sacaba el hocico por la ventana de su cubículo y resoplaba con sus magníficos ollares dilatados. A veces daba patadas en la puerta para que alguien le pusiera un cubo con agua en la entrada de la cuadra. Entonces, la bestia introducía su enorme cabeza en el pozal y absorbía de un solo trago el contenido íntegro del mismo. Te miraba con sus enormes ojos castaños y volvía a entrar en su pesebre. Siempre me impresionó su docilidad, su disciplina, seguramente porque desconocía que con una simple coz nos hubiera podido matar o dejar tarados de por vida.

En invierno, allí hacíamos la matanza del cerdo. Siempre hacía frío, condición indispensable para la carne se conservara en medio de unas condiciones higiénicas manifiestamente mejorables. También allí se sacrificaban los conejos, las gallinas, los terneros y se colgaban sus cuerpos de la viga principal que sujetaba uno de los tejados a la entrada de la parte trasera del edificio, que era el lugar elegido para guardar la leña, inmediatamente después de “la panera”, que era la estancia en la que se almacenaba el grano en cada cosecha.

Allí jugábamos y nos bañábamos en verano. Alguien sujetaba la manguera y hacía arcos de agua bajo los que pasábamos chillando justo antes de acabar empapados dentro de nuestros bañadores y sandalias de goma. Después nos íbamos al río, ya mojados, a lanzarnos desde los árboles o a intentar pescar peces con una especie de rústico cazamariposas. El fondo del río siempre fue algo misterioso, bonito, plácido. Los cantos rodados, con su musgo verde encima se disponían de un modo (solo) aparentemente anárquico. De vez en cuando, la corriente movía alguno y una pequeña nubecilla de arena enturbiaba el agua a un metro y medio por debajo de la cabeza del observador. Los barbos, las bermejuelas, las bogas se acercaban mucho a los bañistas. Curioseaban entre sus piernas. Raramente me atrevía a mirar con mis gafas subacuáticas a las raíces de los árboles. Aquella era una zona oscura, misteriosa, en la cual posiblemente vivieran seres aún no descritos por la zoología. Nunca, voluntariamente, puse un pie en uno de esos lugares. Los agujeros construidos por las ratas de agua eran grutas de las cuales nunca sabías que podría llegar a salir.

Estas casas siempre tienen dos puertas: las pequeñas, que dan acceso a la vivienda y las grandes, por las que los animales, los aperos de labranza y la gente de confianza salía y entraba de la casa sin llamar. Casi nunca estaban cerradas. De estarlo, la llave se “ocultaba” en la ventana entreabierta del dormitorio de mis abuelos. Antes de estar asfaltada la calle; antes incluso de que hubiera agua corriente en las cuadras de los animales, llevábamos a las vacas a beber a la fuente del pueblo y las gallinas se pasaban el día libres en torno al edificio. El gallinero era un lugar fascinante. Estaba situado justo detrás de la casa. Hecho con materiales sobrantes, puertas minúsculas, armarios viejos que servían como confortable nido de paja en la que las aves depositaban los huevos que íbamos a recoger cada mañana. Entonces, en recompensa, les poníamos pienso y le cambiábamos el agua a los bebederos que casi siempre eran latas de aceite de motor partidas por la mitad. Cuando llegábamos, ellas ya estaban esperando en la puerta para salir a escarbar por los alrededores. Entre cada dos casas, había un “cañal”, un pasillo de a penas un metro de anchura que daba acceso a la parte trasera de las viviendas y servía de evacuación del agua que venía del monte.

En el corral se hacían las fiestas, tomábamos chocolate con churros en la madrugada y se convidaba a pastas a los asistentes a las bodas; Se envasaban las patatas en sacos antes de su venta, se picaban las berzas y las patatas “pochas” para cocer la comida a los cerdos en una gigantesca olla que estaba en la “cocina vieja”. Con el humo generado en esta operación se curaban los embutidos que colgaban de los “varales” hechos con madera de fresno. Allí escurrían los chorizos a salvo de los roedores.

El corral era un universo en sí mismo. Un ser vivo que cambiaba de piel según la época del año, en verano con el remolque lleno de grano de trigo y de gorgojos, en invierno con la remolacha forrajera apilada en algún rincón. Aún sigue allí, agonizando preso de las telas de araña, echando de menos su esplendor perdido. Esperando que alguien, algún día abra de nuevo las puertas grandes y que un rebaño de vacas entre con sus panzas llenas de agua del abrevadero.

martes, 8 de abril de 2008

24 horas y....

Dentro de 24 horas daré un giro bastante radical a mi vida.
A mis 33 años, cambiaré de casa, de trabajo (aunque dentro de la misma empresa), de ciudad, de país, de continente. De todo, menos de calzoncillos (sólo me los cambio cada vez que el cometa Halley se hace visible desde la tierra (y esto ocurrió por última vez en 1986 con una cadencia de 76 años, aproximadamente)). Es decir, que hasta el año 2062, no me toca de nuevo. Lo haré en mi 88 cumpleaños.
Echaré de menos algunas cosas, lo se. Dejaré de ver sufrir por hambre a los peces de mi acuario (se los endosaré a Jordi).
Dejaré de aspirar el hediondo aroma de la ría del Burgo y de tragarme los atascos de Alfonso Molina cada mañana.



Me olvidaré del cielo plomizo de La Coruña, de la humedad que cala las articulaciones y de los temporales de la costa Atlántica.



Me alegraré de no tener que sacar a mi aburrido Coco a pasear cada mañana acompañado por esa fría y deprimente bruma,


...y de no soportar nunca más el continuo viento de la costa Cantábrica que acabar por volverte loco.


De vivir entre este amasijo de hierros y hormigón donde nunca pasa nada.

Donde la gente no sabe vivir, ni divertirse…

Me esfuerzo por ver todo lo negativo de esta tierra para no echarla de menos pero creo que a pesar de ello tendré momentos malos.
Cuando alguna vez mire al mar desde la costa Atlántica de México y vea una luz intermitente en el horizonte pensaré que es la Torre de Hércules que espera mi regreso anclada en las rocas de A Coruña.

domingo, 30 de marzo de 2008

Un sábado distinto


Ayer volví a viajar a Salamanca. Un amigo estaba en dificultades y necesitaba mi ayuda. No tenía nada mejor que hacer así que madrugué un poquito y me fui a echarle una mano con unas tomas de muestras en su granja de cerdos ibéricos.



El día era espectacular allí abajo. El cielo completamente azul nos recibió al salir de la granja y emprendimos el camino de regreso hacia Coruña.



Durante el trayecto me recree de nuevo con el precioso paisaje charro en el que tantos kilómetros hice como veterinario de campo hace ya casi 10 años. Las vacas con sus terneros, los cerdos ibéricos en montanera, la hierba verde brillante y las encinas modeladas por la mano del hombre.



El campo de esta provincia en su límite con Portugal es sin duda una de las zonas que más me han impresionado. En verano con su sequedad y su dureza, en otoño con su melancólico aspecto, en invierno, a veces nevado…en primavera con su descomunal explosión de vida.



No hay que marcharse tan lejos para disfrutar de un lugar en el que el que existe el desarrollo sostenible. El hombre, las bellotas, el toro de lidia, las cigüeñas y el cerdo ibérico han vivido en perfecta simbiosis estética y ecológica durante un montón de siglos y han conformado uno de los paisajes más bellos de la tierra: la dehesa.

jueves, 27 de marzo de 2008

Vuelo 6241

La parejita en cuestión se abrazaba a su lado. Se regalaban empalagosas palabras, tiernas e interminables caricias. Él se sentía incómodo tan cerca de ellos. Deseó que apareciera un septo; un tabique que los separara herméticamente de su cuerpo, que cegara su visión panorámica. Prefirió mirar hacia su derecha al tipo que se encontraba en el asiento 10J. Leía un libro en italiano y era feo “de cojones”. Su cara, alargada como un pepino, como un condón XXL, dividida por un fino bigotito que recordaba a una babosa desnutrida; zapatillas deportivas blancas y camisa de rayas. Su pelo era un “no pelo”. Al ver aquello decidió que si algún día su apéndice cefálico se encontrara coronado por tan ridícula pelusa se sometería a quimioterapia para quedarse tan calvo como un Chupachups de cola. Reflexionó sobre las calvas, sobre su brillo céreo. ¿Se la pulirán con una mopa cada mañana?

Volvió la vista a su izquierda. Los enamorados se habían tranquilizado. Ya no se daban la mano, y estoy hizo que se sintiera mejor. De todos modos, hasta eso le incomodaba un poco y deseó tener un chuchillo chino de los de la Teletienda para terminar con aquello de una puta vez. Se sintió mejor pensando que dentro de poco la inseguridad comenzaría entre ellos; que la rutina acabaría con todo y que nuevas personas se cruzarían en sus vidas y entonces él habría triunfado.

Tres filas al frente se encontraba el paraíso, la Clase Preferente. En una ocasión probó las mieles del triunfo. En el paraíso tienes una butaca que te da masajes, te sirven zumo de naranja ad limitum y te puedes poner impertinente con las azafatas.

Pero volvió a la realidad. Sabía que su pequeño negocio de exportación de bastoncillos higiénicos nunca daría para aquellos dispendios y deseó haber elegido mejor; haberse hecho productor de David Bisbal y no haber comprado los derechos de distribución de las películas de Joselito.

Sintió ganas de llegar a casa pero se dio cuenta de que nadie le esperaba y tuvo el repentino impulso de asesinar a la pareja que se encontraba a su lado, al italiano del asiento 10J con bigotillo de dictador centroamericano; de secuestrar el avión, de estrellarlo contra algún edificio público lleno de niños; de liarse a ostias con toda la tripulación hasta que lo redujeran y con suerte, ser linchado en pleno vuelo.

Le dolían las rodillas. Ya llevaban más de cuatro horas allí. Casi todos se habían dormidos. Sólo el niño que tenía detrás , que no dejaba de pedir agua a la madre que lo parió, seguía haciendo ruido. Seguramente esa madre (junto con su padre , si estuviera identificado) sería la culpable del comportamiento insoportable de su cría. Recordó a Herodes y decidió que la historia había sido injusta con aquel gran hombre.

Llegaron las turbulencias. El piloto recomendó ponerse los cinturones de seguridad pero él, que lo llevaba puesto desde el inicio del vuelo, se liberó del mismo de una manera exageradamente ruidosa en un claro desafío a la tripulación. Quería estamparse contra el techo, hacerse una brecha, sangrar por la nariz y empapar con su sangre a los dos enamorados que estaban acurrucados a su izquierda.

Pusieron una película. Aprovechando la penumbra el italiano fascistoide se rascó las pelotas. La enamorada se levantó y tuvo la oportunidad para recrearse con el personaje que ocupaba el 10D. Vestía pantalones vaqueros color azul marino, una camiseta sin mangas de muy mal gusto que mostraba su tórax de horangutana lactante. ¿Es posible tener celulitis alrededor de los pezones? La respuesta es SI. Si hubiera tenido la capacidad de sentir lástima por alguien, aquel eslabón perdido de la evolución humana hubiera sido un serio candidato.

Seis horas de vuelo. Sergi Arola prepara un plato en la tele. Una torta de “Chatarelas”. Por supuesto, nada que ver con lo que habían servido para cenar en la clase turista por lo cual le deseó a Sergi que se metiera la vitrocerámica en la que desenvolvía su invento por el recto y siguió a lo suyo. (pensar cómo acabaría el italiano con la infestación de ladillas).

Siete horas. Empezaba a estar más que cansado de todo aquello. Quería llegar. Irse a cenar de verdad y después suicidarse.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Salvador Calvo (continuación de "16")

Pues bien, el otro día estaba yo curioseando en la red de redes y descubrí que la célebre nadadora Erika Villaécija tiene sus abuelos en un pueblecito que se llama Cogorderos y que está a unos 3 kilómetros del lugar en el que viven mis padres. Empecé a investigar sobre esta ilustre moza cuando en una página local, descubrí a otro personaje totalmente desconocido para mi y que procede de un pueblo, Brimeda, que está también a un par de kilómetros del mío pero en dirección opuesta al anterior. Se trata de un tal Salvador Castro, informático de profesión y loco por las carreras de fondo. A continuación, transcribo dos notas de prensa que hacen referencia a este peculiar individuo. Creo que, después de leerlo, sobrarán los comentarios:

“Buscaba una experiencia distinta y Salvador Calvo se convirtió, sin quererlo, en el ganador de la maratón de la Gran Muralla China y en su nuevo plusmarquista. Navegando por Internet, este leonés de 44 años descubrió esta original carrera de 42,195 Km. siete de los cuales se disputan sobre el milenario coloso chino e incluyen 3.700 peldaños, y acabó logrando la victoria con un crono de 3h.23'10", dos minutos inferior al récord que el estadounidense Gregory Feucht había establecido en 2005 con 3h.25'13". Salvador Calvo, un programador informático que habitualmente participa en carreras de montaña y cuya mejor marca en maratón es de 2h.32' desde hace 15 años, aventajó en más de un cuarto de hora al segundo clasificado, el estadounidense Frederick Zalokar, quien cruzó la meta en 3h.38'14.”

“El pasado viernes terminó el ultramaratón de Vietnam, con la victoria del leonés Salvador Calvo, “Salva”. Una tierra y un terreno maravilloso para correr por montaña, aunque también durísimo, como puede verse en la Galería de Fotos que acompaña a este reportaje. Las noticias que nos llegan es que, tras la carrera, hubo dos días completos de fiesta, lo que nos demuestra una vez más que estos son extraterrestres. Tras correr 250 kilómetros con barro hasta la espinilla, dos días de farra no están nada mal…Lo más destacado en las crónicas es que nadie se explica cómo el leonés fue capaz de correr toda la prueba con la sonrisa en la boca. Esto es destacado en las 3 referencias que han llegado hasta nosotros por parte de los organizadores, y puede verse en la foto que acompaña a esta noticia”

No comments!

lunes, 24 de marzo de 2008

16 Km.

El miércoles pasado fue festivo en Galicia así que me fui para León a comenzar la Semana Santa en casa de mis padres. En uno de esos ataques en los que se mezcla mi extraña forma de amor a la naturaleza con el aburrimiento, me dio por ejecutar una pequeña hazaña atlética. Me puse mis “celebérrimas mallas de bufón medieval” (ya conocidas por algunos de mis lectores) y mis zapatillas deportivas; me subí a mi coche y me desplacé unos 20 kilómetros hasta llegar a orillas del embalse de Villameca. Es un lugar peculiar no excesivamente bello pero tampoco feo. El suelo es de pizarra y hay pinos aleatoriamente plantados en masas irregulares en torno a la superficie del agua. Es una zona que conozco bien ya que, a parte de estar muy cerca del lugar en el que viven mis progenitores, he llegado hasta allí infinidad de veces en bicicleta en aquellos tiempos en los que tenía la buena costumbre de devorar kilómetros sobre tal infernal instrumento.

Aparqué mi coche y tracé en mi mente una ruta que fuera a la vez difícil pero realizable (todo reto debe de tener esos dos ingredientes). Inserté los auriculares de mi ipod en las orejas y comencé a correr. Como toda carrera de fondo uno comienza a buen ritmo, descansado y piensa por un instante que de aquella forma será capaz de mantener la marcha por tiempo indefinido. No obstante, llega un momento en que el metabolismo anaerobio da paso al aerobio, se te “obnubila el sensorio” y llegan los instantes de angustia y las ganas de arrojar la toalla. A mi eso me ocurre en torno a los 25 minutos de carrera. Sin embargo, hay que saber que eso pasa y que siendo mentalmente fuerte uno puede superarlo y continuar por mucho más tiempo a ese mismo ritmo que entonces parece imposible de mantener. Después comienzan los achaques osteomusculares, las rodillas se resienten y aunque la respiración es regular y rítmica hay algo que comienza a fallar dentro de ti. Empiezas a pensar en los cartílagos articulares siendo machacados sistemáticamente por los kilos de tu cuerpo, en la planta de los pies soportando la presión y en los hombros que se sobrecargan poco a poco con el peso de los brazos gravitando a ambos lados de tu eje longitudinal. La laringe se irrita por la entrada del viento helado y percibes la sequedad en la boca. Entreabres los ojos para reducir el gasto de energía. Fijas la mirada en el suelo con la esperanza de que la próxima vez que levantes la vista, el final la recta o el alto del repecho estén muchísimo más próximos, pero esto nunca ocurre. La realidad es más terca que la imaginación. Sabes que tienes que resistir y lo haces. En los últimos dos kilómetros, todo cambia. La proximidad de la meta infunde ánimos y ya no tienes miedo a gastar tus últimas reservas porque el fin está a la vista. Aceleras tu ritmo. Quieres acabar con aquello de una vez por todas. De nuevo, esa adictiva sensación del deber cumplido…

Tras una hora y quince minutos volví al punto inicial destrozado y aterido por el viento helado de la última hora de la tarde después de recorrer algo más de 16 kilómetros. El termómetro de mi coche sólo marcaba 3 grados y comenzaba a anochecer.

Os preguntaréis por qué os cuento esta estupidez. Pues porque creo que de este modo se valorará un poco más lo que tengo quiero contaros a continuación…(y juro que este post “sólo” tiene dos partes…(y que además son reales)).

Nota: Entre mañana y pasado mañana pondré algunas fotos de este recorrido.

lunes, 17 de marzo de 2008

Capítulo 4

Me fui a la cama inquieto, tembloroso, titubeante…Sospecho que las cinco cervezas que me había bebido viendo Bricomanía bien podían tener algo que ver con mi estado pero, inmediatamente, negué la evidencia (como buen borracho cuando jura y perjura que no lo está) y achaqué todo aquel estado de excitación a los extraordinarios fenómenos ocurridos aquella jornada.

Era demasiado tarde y estaba demasiado oscuro afuera para bajar a comprobar la autenticidad de mis recuerdos. Demasiados “demasiados” como para plantearse cualquier otra acción que no fuera intentar introducirse bajo el nórdico que se esfuerza infructuosamente por ocultar la totalidad de la superficie de mi colchón.

Me acosté…

“Miré al techo buscando al cielo inspiración,
y me perdí colgado en las alturas.
Por cierto, al techo no le iría nada mal,
una mano de pintura” (Serrat)

El sueño es algo realmente asombroso. Uno a veces se acostumbra a estas cuestiones fascinantes de la vida por su cotidianidad y no se da cuenta de lo excepcional de muchos fenómenos que suceden a nuestro alrededor. El hecho de que nuestro cuerpo se desconecte de la consciencia por unas horas para, de nuevo volver a la actividad es algo que bien pensado, resulta totalmente increíble. Todas las fantasías que se generan en nuestra mente en esos momentos, la fase REM, las apneas, el sonambulismo…son cuestiones que desafían el conocimiento humano. Qué profundo…

Al día siguiente me desperté dos minutos antes de que sonara la alarma de mi móvil. Hay un inquietante reloj interno que acaba por hacer innecesario el uso de los dispositivos medidores de tiempo. En realidad, los despertadores suelen servirnos más bien como medida de seguridad que complementa nuestro sistema biológico. Con ansiedad, dirigí mi vista hacia la ventana y me acerqué con cierta tensión dramática. La mañana estaba brumosa. Una de esas mañanas a orillas de la ría que anuncian que el día va a ser en realidad soleado. Realmente no pude ver nada más allá de unos metros pero se percibía mayor ruido de motores que los habituales a esas horas de la mañana…me vestí a toda prisa. Perdón, ya que hay lectoras, rectifico: me DUCHÉ y me vestí a toda prisa. Coco ya estaba esperándome en la puerta (por un día y sin que sirva de precedente. Normalmente tengo que despertarlo) y bajamos a toda velocidad.

Crucé el paso a de cebra a toda velocidad. Solté al perro y me dirigí a trote cochinero hacia la zona en la que ayer se encontraban los árboles. Inmediatamente supe por qué aquella mañana al asomarme a la ventana parecía haber más tráfico del habitual….

To be continued…..

viernes, 14 de marzo de 2008

Feismo...


Cuando esta preciosa muñeca salió de su factoría en alguna fábrica China, no se imaginó en ningún momento que iba a acabar emparedada entre bloques de cemento gris.

Algo tan macabro como esto solamente puede estar en algún museo de arte contemporáneo o ser un fruto del famoso “feísmo gallego”.

Mira que me gusta Galicia, pero hay cada terrorista del buen gusto en ella que me afloran sentimientos asesinos.

Tengo bastante más material de este tipo…seguiré soltando perlas.

P.D. Me parece que el engendro en cuestión además tiene una función de desagüe a través de su “cloaca” (véase el improvisado drenaje en la entrepierna).

miércoles, 12 de marzo de 2008

Sìn pensar

Enajenación mental transitoria…

Le hemos dicho cuatro tonterías supuestamente graciosas a la chica de la barra. Hemos discutido sobre el orden mundial…hemos alimentado nuestro ego, hemos escuchado canciones que nos han emocionado y hemos cenado pulpo a la brasa y filete de chuletón…

Ahora tecleo frases no demasiado conectadas entre si en mi ordenador antes de irme a la cama y volver a ser un ciudadano respetable mañana por la mañana….

“I want to know how does it feels behind those eyes of blue!”

Sabes que la vida es muy corta para comprometerse….toma todo tu sueño y realízalo…sabes que no queda nada en tu camino, y lanzarte.
Las esperanzas aún permancen tras esos ojos azules…

Recuerdo aquellas noches en Aberdeen. En la ciudad de granito. Visitando night clubs en busca de carne fresca. Como carnívoros sedientos de sangre. De trabajadoras manuales en busca de diversión. Sitios en los que sonaba Van Morrison y había hombres llenos de tatuajes y de esteroides. Alcohol en las venas y sentimientos en el aire. Cuando, al cierre de los locales conocíamos a cientos de mujeres que no volveríamos a ver (o si). Decenas de tipos transtornados por lo exótico. Unidos por los vapores etílicos, de la malta y la cebada. Neuronas maravillosamente atrofiadas por etanol que medían torpemente el significado de las palabras. Palabras que magnificaban el alcance de los sentimientos. Nunca te olvidaré…siempre te querré….

lunes, 10 de marzo de 2008

XY

Hago un paréntesis en mi folletín por capítulos (que espero seguir mañana si me recupero de una crisis sentimental que me afecta últimamente de forma periódica) para informar de que Gusanín es “redundante”. Es decir que, Gusanín, tiene “gusanín”.

¿Cómo ocurrió todo?

El circunspecto doctor descolgó la sonda del ecógrafo. Cubrió el campo a inspeccionar con gel como quien unta Nocilla en una rebanada de pan. Comenzó a escudriñar el área de trabajo:

- “Parece que tenemos el sexo en el ombligo”

(¿malformado?).Ah, no! Se refería al ombligo de mi hermana.

Tras unos segundos de observación llegó el veredicto.

- “Al señor de las vestiduras se le han visto las colgaduras”


Estos médicos siempre tan científicos!!!

Total que es un machito, un XY, un falócrata….

Este fin de semana ha sido demasiado fuerte: Chikilicuatre a Eurovisión , victoria en minoría del PSOE, el Madrid se coloca a 8 puntos del Barcelona y….resulta que es niño!!!

Demasiadas noticias. Tengo indigestión informativa e incertidumbre acerca de mi futuro. ¿Puede haber algo peor? Desde luego que si. Si hay algo que he aprendido es que todo es susceptible de empeorar.

En mi oficina, me están preparando una cena de despedida para el viernes día 14… ya tengo sudores fríos. Tendré que ir preparando mi discurso.

jueves, 6 de marzo de 2008

Capítulo 3

Aquella mañana fue moderadamente tranquila en mi oficina. No es que me gusten mucho este tipo de jornadas. A medida que pasa el tiempo me voy dando cuenta de que soy un tanto adicto a los problemas y que, las situaciones de “calma chicha” no me motivan. Hacen que los días me parezcan interminables y acabe con sensación de no haber cumplido mis deberes. Es el clásico complejo de culpabilidad que Don Gildo, el cura de la Iglesia de Santa María La Mayor en Benavente se encargó de inculcarnos con frases del tipo:

“Pero llegará el día del Juicio Final!!! y ese día….Dios pondrá a su derecha a los justos! Y a los de su izquierda… los condenará a la IGNOMINIA!!”

Desde luego, si hay algo que no me gustaría ser (si llegara a saber lo que significa) es ignominioso. Pienso que debe de ser una mezcla horrenda entre profuso, macilento, lacónico, plúmbeo y argentino…algo muy chungo (por la forma colérica en que Don Gildo vomitaba a aquellas palabras).

Hay curas que han marcado nuestras vidas. Yo puedo recordar a Don Ceferino (nombre que más tarde fue adoptado por uno de mis cobayas) que tenía gafas de pasta de los años 60 y representaba el estereotipo de “cura majo y progre”; Don Miguel (que vivió en Miami y pedía aplausos en medio de la liturgia con lo que aquello acababa pareciéndose más a el festival de Eurovisión que a una Misa) o Don José (alias Patato y/o Batman (por su obsesión por vestir sotana)), personaje un tanto obsesivo que llegó a llamar a la Guardia Civil porque unos chavales estaban construyendo un muñeco de nieve ante su casa que “se parecía a él”, según sus propias palabras… todos hemos tenido educadores (y no sólo religiosos) que hacen que nos sorprendamos de que no haya más asesinos en serie en nuestras estructuras sociales.

Todo esto tenía que ver con que aquella mañana fue tranquila. Al volver a casa encendí el televisor, realmente no estaba muy atento, sólo lo puse para sentirme acompañado puesto que no tengo amigos que me visiten ni vida social alguna. Recuerdo que estaban poniendo Bricomanía (sí, ese programa donde utilizan las herramientas más inverosímiles para las cosas más impensables). Os preguntaréis por qué es relevante esto. En realidad el vikingo adicto a las compras compulsivas en Leroy Merlin no es quien me importa sino, “el coletas” encargado de la sección de jardinería del programa.

Aquella tarde, el sujeto en cuestión, estaba plantando árboles. Al principio, no me percaté de ello pero….de repente, me hizo recordar una cosa…los árboles que había visto aquella mañana en el jardín ante mi casa…Si, aquel lúgubre ejército de sombras…teóricamente estaban recién plantados pero una imagen nítida se plantó en mi cabeza y entonces comprendí la razón por la cual había una sensación de desazón en mi subconsciente,

¿cómo es que la tierra no estaba removida?

Múltiples preguntas se amontonaron en la entrada de mi única neurona funcional no inhibitoria:

¿Cómo era posible aquello? ¿Me habría fijado poco? ¿Eran árboles de “atrezzo”? ¿Me estaba volviendo loco? ¿Dónde esta la niña de Rajoy? ¿Por qué el lechón cruzó la carretera? ¿A qué huelen las nubes? ¿Por qué los futbolistas no llevan bigote? ¿A qué se debe que ZP lleve las cejas a “dos aguas” como los tejados de las casas tirolesas? ¿Es el peinado de Anasagasti en realidad un homenaje al meridiano 0? ¿Qué es el mineralismo? ¿A cuanto valen los chicles de cinco pesetas?

To be continued….

viernes, 29 de febrero de 2008

Capítulo 2

Al fondo del camino geométricamente trazado entre dos superficies de hierba se erguía un siniestro batallón esperándome….

Estaba constituido por seres desiguales, de silueta cónica, tremendamente lúgubres... Me fui aproximando con paso titubeante. La Curiosidad me empujaba desde atrás y el Miedo me frenaba por delante. Les rogué que se pusieran de acuerdo porque yo no podía soportan tanta presión, pero ninguno de los dos cedía. Así que decidí que no lucharía más y que haría lo que el más fuerte de los dos, Curiosidad ó Miedo, decidiera. Como suele suceder en todo relatos de suspense venció la primera y seguí aproximándome a aquella extraña procesión de seres raros que permanecían inmóviles.

Cuando estuve sólo a unos 25 metros de aquel estremecedor grupo, comprobé horrorizado que la ATS que me hizo la revisión médica laboral este año tenía razón… soy miope y necesito gafas. Aquellos espectros mañaneros eran sólo unos cuantos árboles ornamentales que la empresa de Jardinería subcontratada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Culleredo había plantado allí el día anterior y cuya presencia yo, simplemente desconocía.

Más tranquilo, seguí avanzando pensando en lo imbécil que había sido por pensar todas aquellas estupideces. A pesar de que la parte racional de mi cabeza ya tenía una explicación más o menos convincente a aquella aparición, había algo en la imagen que mis ojos percibían que resultaba extraño. Algo que no encajaba. Sin embargo, no fui capaz de detectar de qué se trataba hasta unas cuantas horas más tarde… ¿cómo pude no darme cuenta en aquel momento?

To be continued…

jueves, 28 de febrero de 2008

Capítulo 1

Esta mañana me he levantado (hasta aquí todo normal, jejeje) y he dirigido mi vista hacia el parque que hay entre mi casa y la ría. Un ejército de gaviotas homogéneamente distribuidas por la vegetal alfombra verde de gramíneas salpicada de deposiciones caninas, preparaba su ataque a algún banco de peces.

El aire estaba pesado, como ionizado, por eso el poco pelo que me queda estaba en estado de rebelión, anárquicamente distribuido por mi apéndice cefálico en singular composición abstracta. He tenido que someterme a una ducha con agua hirviendo para reducir tal alzamiento popular piloso. A consecuencia de ello, mi piel, otrora de un tono negro azabache, se ha tornado rosada como la de un lechón recién destetado.

Con esta apariencia de Crispín Clander, he salido a la calle. Coco estaba alborozado, sorprendido, melancólico, bucólico..tirando a alcohólico, diría yo. No es normal que yo ejerza mi obligación de pasearlo a tan tempranas horas de la mañana (hay vida a las 8 am! Grité al unísono conmigo mismo!) así que no me quitaba el ojo de encima (es una forma de hablar, no es que sea un perro cíclope) ni siquiera mientras olisqueaba las migajas de bocata que alguna cría humana dejó junto al banco que linda con el parque de juegos infantiles. Por cierto, antes teníamos toboganes y columpios (o “culumpios”, según los más castizos), ahora, estos lugares tienen estructuras de formas indefinibles y que requieren de un curso de iniciación y especialización posterior para utilizarlos. Extrañas palancas, poleas, arneses, pinchos redondeados, gomas, cuerdas, gravilla y maderas, se combinan de caprichosas maneras para servir de diversión a las pequeñas bestias.

He dejado ese diabólico espacio a mi izquierda y he girado 360 grados hacia mi derecha. Tras pensarlo un momento, me he percatado de que estaba en la posición inicial. Tras una serie de experiencias de ensayo y error he dirigido mi cuerpo hacia el lugar deseado bajo la directriz “mueve tus pies que tu cuerpo te seguirá! ”.

Al fondo del camino geométricamente trazado entre dos superficies de hierba se erguía un siniestro batallón esperándome….

To be continued…

martes, 26 de febrero de 2008

Rigores Invernales

En esta época de calentamiento global, allí sigue haciendo frío. La noche dura casi 24 horas durante el 99 por ciento del año. La vida se hace complicada en aquellas estériles condiciones.

Una vacuna de rabia canina en refrigeración comparte el espacio vital con media docena de tomates cherry que a pesar de la espera no pierden su céreo lustre. Una tarrina de margarina caducada vio como sus esperanzas de ser consumida preferentemente antes de (ver el dorso), novimembre de 2005, se perdían entre la escarcha. Nunca más se supo de ellas.

Hay una botella de vino peleón que se ha vuelto engreída. Mira al tetrabrick de leche por encima del hombro (de cerdo que está en fase de proteolisis galopante). Media docena de huevos de corral esperan en marcial fila de a dos su oportunidad para lanzarse a una sartén en uno de mis descuidos. La fecha de su muerte está inscrita en su cáscara. ¿Os imagináis que cuándo naciéramos nos tatuaran en la piel la fecha de esperanza de vida máxima?

Un día de estos me decidiré a vaciarlo del todo y descongelarlo.

No descarto encontrarme a un alpinista austriaco atrapado entre los hielos perpetuos de mi congelador con una carta de amor entre sus manos.

lunes, 25 de febrero de 2008

Julio César

Tiene nombre de emperador romano, aspecto de jeque árabe y comportamiento caribeño pero resulta que es brasileño. 57 primaveras (en canal, como decía Sabina), ojos colgando de sus órbitas por el nervio óptico, un poblado bigote en el que se entretiene la espuma de la cerveza cuando bebe (puajjjjjj!) y que recuerda a los barbillones con los que las ballenas azules filtran el krill en el ártico. Cuerpo robusto, sólido…barriga de mujer gestante de gemelos. Se mueve con la agilidad de un perezoso. A cada inspiración se toma su tiempo para pensar si debe de hacerlo o no y justo en el momento en que la hipoxia cerebral está llegando decide que si, que va a introducir aire en su organismo y vuelve a iniciar su razonamiento. Es leeeennnntttooooooo. Me desespera. Habla pausado y rompe el silencio con frases como :

“Don Luis… y vosé me dijo que no había soya en Rio Grande Do Sul!” – y yo le miro incrédulo y pienso , “y cuándo he dicho yo eso?”. Bueno, eso fue las 5 primeras veces que me lo dijo. Ahora ya si, le digo que soy un sucio bastardo traidor y que es cierto que creo que no hay soja aunque estemos rodeado por varios cientos de miles de hectáreas.

Cuando entra en un restaurante, no pide una mesa para dos sino que pregunta si en el establecimiento se solicitan personas hambrientas porque allí tienen a dos (él es una y yo la otra, me temo). Lo mismo te suelta eso que le dice a un taxista : “usted sabe quién mató al alcalde , pero no me lo quiere decir”… a lo cual , el taxista contesta solícito…” pues yo creo que fue un crimen político!”.. y la rueda sigue su ciclo.

“Don Luis, y usted me dijo en en Brasil no había árboles…” (Mientras nos aproximamos al Amazonas). Yo ya no sé si reír o llorar.


Pega la hebra con cualquiera con la más peregrina excusa.

“Yo hice la primera explotación industrial de cerdo en el Estado de Santa Catarina hace 30 años, Don Luis.” “Don Luis, yo descubrí el virus de la reticuloendoteliosis en huevos de pato que un laboratorio utilizó para hacer una vacuna para porcino”, “Yo instauré todos estos controles de calidad”, “Yo…….., Don Luis”

Ayer lo acompañé a uno de los aeropuertos de “Sao Paulo”. Mientras se alejaba, vi como la multitud se lo tragaba poco a poco con sus gafas de pasta, su exoftalmia, su cuerpo pesado y sus movimientos lentos. He de reconocer que me sentí aliviado al estar solo de nuevo pero al mismo tiempo confesaré, ahora que no me oye, que me alegro de haberlo conocido…

viernes, 11 de enero de 2008

El perro matemático

Coco te mira con sus dos canicas negras. Se sienta ahí, frente a ti, esperando a que le digas algo. Con su gorda nariz de perro apuntándote directamente a la frente, te interroga, te presiona para que le hagas una broma o lo saques a la calle. Es un chantajista sentimental.

El fin de semana pasado estaba sentado en el salón de la casa de mis padres. Como tantas otras veces, Coco se me colocó frente a mí y comenzó a observarme. Yo disimulaba mirando hacia el televisor pero en realidad, con el rabillo del ojo vigilaba sus movimientos. Me vino uno de esos pensamientos tan originales tipo “sólo le falta hablar” y me entraron ganas de decirle algo. La gente que tiene mascota me entenderá, (espero).

“Coco, ¿qué miras?”- el dijo “auhhhhhhh”, lanzando la cabeza hacia atrás, como hace siempre que se pone nervioso.

- ¡Coño! Este perro… de verdad que me entiende!

- ¡Coco! ¿Cuántas son uno más uno?

En ese momento, ante mi incrédula mirada, el perro elevó su pata delantera derecha un par de veces.
Un escalofrío recorrió mi espalda y se me instaló cierto nivel de tensión a nivel de la frente como cuando veo un paisaje bonito o escucho la banda sonora de Cinema Paradiso. Yo lo llamo “emoción contenida”.
Mi parte racional me decía que aquello no podía estar ocurriendo e intenté comprobar si se producía la repetitibilidad que todo fenómeno experimental debe de cumplir para tener cierta credibilidad científica.

- Coco, escucha… ¿cuántas son 2 más 3?

El peludo levantó su pata derecha en un total de 5 ocasiones! Estaba ocurriendo. Ya me veía en los mejores shows de televisión con mi perro matemático, actuando en teatros y salas de fiestas haciendo a mi mascota resolver integrales indefinidas y complejas inecuaciones. Viajando en primera y comiendo de caliente todos los días.

- Papá, mamá… mirad lo que hace el perro! – grité emocionado.

Mis progenitores acudieron sobresaltados por mis entusiasmados gritos.

- Mirad, mirad…..Coco, ¿cuántas son 2 más 2?

El perro me miraba impertérrito…insistí…seguramente no me había expresado con claridad…. Coco ¿cuántas son dos más dos? – repetí masticando cada una de las sílabas….nada. Ninguna reacción. El animalito meneaba la cola sin moverse de su sitio ante los seis inquisidores ojos que le observaban.
Coco, cojones! ¿Cuántas son dos más dos? – grité enfadado….



Justo en ese momento…me desperté sobresaltado. Todo había sido un sueño. Coco descansaba plácidamente en su colchón multicolor, a los pies de mi cama. Me incorporé y él hizo lo propio.
Nos miramos. Elevó su extremidad anterior derecha cuatro veces y volvió a acostarse lanzando un largo suspiro!

P.D. Si pulsáis la foto se ve en grande!!