martes, 25 de septiembre de 2007

B. te adoramos!!!

No ha habido en la historia de la televisión ningún otro artista como él. Nunca jamás alguien con apenas 2 minutos de presencia en la caja tonta, levantó tantas pasiones y soliviantó tanto a las masas. Ninguna melodía logró quedarse grabada a fuego en nuestras circunvoluciones cerebrales con tanta persistencia. No ha habido (ni quizá la vuelva a haber) otra melena castaña , con permiso de la del León de la metro, que ha ondeado tan bien al viento. Ni Miguel Bosé en sus mejores tiempos con sus más ajustados pantalones de licra logró cargar paquete como él… Joselito, Manolete, José Tomás…simples aficionados a la hora de gravitar su aparato genital a uno otro lado del tiro del pantalón.
Y qué decir de aquella acrobática coreografía que desafiaba las leyes físicas; aquel ritmo endiablado que hizo que nuestros corazones latieran al unísono en aquel verano puberal. Y…esa letra que repetía “soy como tu, soy como tu..soy tu 50%...” ¿Ha habido poema más bello? Quizá sólo igualado por aquellos entrañables versos clásicos:

“Planté un pino en mi portal,
Pensando que me querías.
Ahora que ya no me quieres,
¿por dónde saco el tractor?”

No neguéis vuestros más íntimos deseos. Reconoced abiertamente que somos unos horteras del calibre 136 y que si su disco hubiera estado a la venta lo hubiéramos comprado por duplicado por si una de las copias se estropeaba.

Bruno, icono indiscutible de los ochenta. Un mito que como tantos otros ídolos juveniles feneció de manera trágica (en esta ocasión violado por su canario Pinky en la cocina de su casa) pero cuyo recuerdo siempre permanecerá con nosotros. Allá donde quiera que estés, compartiendo escenario en el cielo con Frank Sinatra, Dolly Parton (esta no ha palmado, no? Bueno, no faltará mucho) y quizá Jesús Gil, gran amante del karaoke, queremos que sepas que te llevamos en nuestro corazón (y te pedimos que salgas porque no es lo suficientemente grande para los trombos de colesterol y para ti).

Ahí va ese documento!!! Todos tenemos un pasado, aceptémoslo!!!!


Sentencias Paternas

Cuando en una película, generalmente “yankie” uno escucha a alguien decir fases del tipo “mi madre siempre decía que la vida es como una caja de bombones” no se da cuenta de lo ridículo que resultaría dicho en boca de uno de nuestros actores más cañí (Resines-like). Por puesto, cosas como una orden policial del estilo “quiero que reviesen el culo a todos y cada uno de los negros de esta ciudad y que cuando nuestro sospechoso levante la tapa del retrete tenga a uno de nuestros hombres en sus narices”, resultan ridículas incluso pronunciadas por el mismísimo Chuck Norris (de quien cuenta la leyenda que mató a un borreguito al que, en un acto de ternura, rozó con su barba tipo Teckel pelo de alambre).
Pero pensando en ello, yo si que tengo algunas frases míticas de mi padre que siempre me acompañarán hasta el final de mis días…Estas son algunas de ellas:

“comer y sorber a la vez, no puede ser”. Esta frase tiene su versión eclesiástica en la popular “no se puede oir misa y repicar al mismo tiempo”, pero personalmente me gusta más la versión gastronómica de mi progenitor.

“vale más un lápiz corto que una memoria larga”. Efectivamente, aunque siempre me acuerdo de esta frase cuando ya es demasiado tarde y he olvidado lo que intentaba retener.

“los tarugos con el agua se hinchan”. Frase que tantas veces me dedicó en mi tierna infancia cuando sólo me bañaba los sábados (aunque no me hiciera falta) y por imperativo legal. De ahí proceda quizá el tono de mi piel (bueno, la teoría de mi madre es que me cambiaron en la sala de partos por un individuo de otra etnia de capa más oscura).

“me cago en la luna en verso”. Esta nunca la he entendido. Supongo que no soy lo suficiente maduro todavía.

“nunca he visto a un burro calvo”. Respuesta automática ante una referencia a su calvicie. Me empieza a ser de utilidad (no se si me explico).

“`pareces “la Calita” de mi pueblo”. No hay documentos gráficos sobre este personaje. Una pena que la era de los móviles con cámara digital no hayan llegado unas décadas antes. El personaje tenia que ser digno de película de zombies.


Bueno…hay muchas más (no es cierto) pero no quiero aburrir a la concurrencia. Me retiro con una última perla:

“qué tienen que ver los cojones p´a comer trigo?”

A cuidarse que sólo se vive una vez (o al menos nadie ha demostrado aún que esto no es cierto).

domingo, 23 de septiembre de 2007

Las Cartas sobre la Mesa

Hay muchas canciones que no entiendes hasta que no pasan determinadas cosas...ahora comprendo muchas más que hace unos meses. Pero lo que no te mata, o bien te engorda o te hace más fuerte. Yo he adelgazado.

Un beso.

P.D. Esta canción esta producida con por Juan Luis Jiménez, guitarrista y uno de los tercios de unos de mis grupos favoritos. Presuntos Implicados.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Los Ricos y los Motivables

Estacionamos la camioneta en el parking de Plaza Bonita. Aún era pronto por lo que decidimos ir a desayunar. Era una de esos populares restaurantes “grigoides” que los europeos vemos en las películas en los que una camarera con sobrepeso (que invariablemente se llama Maggy) fuma un cigarrillo mientras te rellena a intervalos de tiempo regulares una enorme taza de café.

Solicité un desayuno continental (55 pesos). Es una elección pragmática y automática, no meditada puesto que prefiero no comer exactamente lo que me apetece a tener que pensar lo que en realidad me apetece (en un ejercicio de pereza mental del que realmente no me siento orgulloso). Por su parte Gregorio pidió un jugo de naranja con un pequeño porcentaje de zanahoria y unos huevos estrellados con tocino. Me subió el colesterol sólo con escuchar su pedido, pero bueno, hay que entender que aquí el desayuno es así, digamos que “fuertecillo”.

Estábamos hablando sobre lo jodido que iba nuestro negocio, lo poco que vendíamos y lo caro que producíamos cuando de repente unos aplausos provenientes de la cocina nos sobresaltaron momentáneamente. Únicamente lograron distraer nuestro insustancial y autocompasivo discurso durante unos instantes. Continuamos hablando como si aquello no hubiera sido posible y no tuviéramos ganas de investigar si había sido real o un puro artificio auditivo producido por la caida de algún utitensilio culinario en los fogones.

Al cabo de unos instantes, comenzamos a detectar nuevos fenómenos extraños procedentes de la cocina. Yo estaba estratégicamente siuado para poder fisgonear un poquito hacia el interior, así que al final mi insana curiosidad me obligó a centrarme en lo que allí dentro estaba ocurriendo. Me fijé en que en el centro de la estancia había una meseta. La típica meseta que a todos nos gustaría tener en nuestra cocina si ésta fuera lo suficientemente grande como para albergarla, claro. Ví como en torno a esta meseta giraba el personal de cocina del restaurante. Lo hacían en el sentido de las agujas del reloj (como el agua en la bañera en el hemisferio norte). La escena me recordó a la de los musulmanes en la meca en movimiento gravitacional de traslación en torno a la gran piedra negra pero en este caso, en lugar de repetir los versos del Corán mascullaban consignas gritadas por un manager de motivación encorbatado del tipo “¿cuál es nuestra mision?” – ante lo cual, sus fieles respondían – “servicio y atención!”. Después, se reunían y entrelazaban sus manos como un equipo de baloncesto al final de un tiempo muerto. Supongo que la parte del sacrificio de un animal para ganarse el favor del dios Wall-Mart ya lo habían hecho con anterioridad a nuestra llegada porque, por mucho que me fijé no vi gotas de sangre, ni gallinas con el cuello seccionado, ni siquiera una triste mosca amputada.

Una vez acabado el ritual. Un montón de gente uniformada y con un brillo especial en los ojos ansiosos por dar “servicio y atención” a diestro y siniestro salió de la cocina y viéndolos uno a uno me recordaron a los míticos Vitorinos saliendo del toril y buscando excitados a alguien a quien atacar o de quien defenderse mientras mueven nerviosos la cabeza de un lado al otro.

Total , que desayunamos. La mañana estaba preciosa. Creo que siempre es primavera en Guadalajara pero ahora, al final de la época de lluvias todo esta verde y florido…y si no fuera por lo pésimo de mis negocios creo que me hubiera sentido hasta feliz estando por aquí estos días.

Entramos en Plaza Bonita, un lugar de esos que inexplicablemente ha tenido poco éxito comercial (algún dia hablaremos de por qué hay establecimientos hosteleros en los que nunca hay nadie y otros que están petados de peña).

Poco antes de llegar a nuestra oficina pasamos al lado de un gimnasio donde a las 8 y media de la mañana ya había una bola de gente dándolo todo en esos instrumentos de la inquisición que son los aparatos de gimnasio.

Gregorio pensó en voz alta…”mira cuánta gente rica”. Ante lo cual yo repliqué..”no hombre, no seas mal pensado, seguramente son gente que trabaja en turno de tarde”.

En el corto trayecto entre el gimnasio y la oficina, escuchando los jadeos de los deportistas, los cantos de los pajarillos y mirando lo sucios que llevaba los zapatos, tuve la sensación de estar encadenado a mi destino y supe que Gregorio tenía razón. Hay dos clases de personas: los que pueden ir al gimnasio por la mañana y los que tienen que dar vueltas gritando gilipolleces en torno a la meseta de una cocina.

Bueno, después de esta sarta de gilipolleces os dejo una vieja canción de Deacon Blue que tiene algo que ver (remotamente quizá..o no) con aquello que nos/les queda a los que por cojones tenemos que levantarnos cada mañana a luchar contra los elementos. Tenemos que soñar con algo, no?

martes, 18 de septiembre de 2007

En San Juan de los Lagos

- Lo siento señores. Que no les parezca poco cristiano… pero he tenido que hacerlo.

Yo le miraba con sorpresa. ¿Hacer el qué?. El hombre continuó hablando.

- Es que, el pobre viejo trae una hernia. Y “transamina” y huele mal. Y claro, se viene aquí al restaurante, a pedir dinero, pero con la hernia, y la poca higiene… pues es como que lleva ahí todo colgando. Espero que no les haya molestado. Si ha sido así, les pido disculpas.
- No, no se preocupe – contesté yo comenzando a entender la situación.
- El hombre tiene un hijo, no muy rico, no muy pobre. Y viven por aquí; no muy lejos, no muy cerca. No de los mejores , pero tampoco de los peores...

Me parecía algo surrealista la forma de definir las cosas que tenía el propietario del establecimiento hostelero; no por lo que las caracteriza, si no por lo que no son. Me resultó curioso. Continuó con el alegato defensivo que nadie le había solicitado.

- Y bueno, y yo tengo ganas de ver al hijo y hablar con él. Y saber por qué no lo cambian las señoras. Por que…¿qué les costará cambiarle de vez en cuando los pantalones y lavarle la ropa? Bueno, señores les pido disculpas. No es poco cristiano, ¿no creen?

Realmente no se si es cristiano o no expulsar de tu establecimiento a los herniados malolientes pero si lo fue expulsar a los judíos en su momento de la Península Ibérica, quemar a las “brujas” en la hoguera, torturar a los infieles , matar a los moros y tener ejército propio…

No quise entrar en aquella discusión con aquel hombre y simplemente me encogí de hombros y pronuncié de nuevo un lacónico “no se preocupe”.

Detrás del restaurador, al fondo, la catedral de San Juan de los Lagos (Jalisco), llena de piadosos fieles rezando a un Dios bondadoso y reproduciendo frases que por repetidas han ido perdiendo su significado y ya no son más que mero flocklore eclesiástico.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Ali G

Yo no lo sabía pero al parecer , el elemento que hace el personaje de Borat en la película que ha dado la vuelta al mundo (y que no he visto, por cierto) , tiene un show semanal en la televisión. El otro día estaba en un hotel viendo la caja tonta y me quedé enganchado con ese programa.

Uno de sus personajes es un rapero con una extraña combinación entre la más absoluta ignorancia y la más tremenda desfachatez. Pues bien, estaba entrevistando a 4 representantes de 4 religiones distintas, un católico , un anglicano , un judío y otra que no recuerdo. Aqui están algunas de las siguientes perlas... para empezar:

Ali G: “Una pregunta para todos. Por qué Dios si es todopoderoso no exhibe sus superpoderes?? Quiero decir, mi primo Benny tiene un pene de 22 cm y lo exhibe en cuento tiene ocasión”.

Lo cierto es que no recuerdo las respuestas...

Ali G al representante Judío: “Se casaría usted con una mujer católica?”
Judío: “no, puesto que el objeto del matrimonio es tener hijos y tendríamos problemas en su educación religiosa”
Ali G: “ya, ya…y si la católica estuviera buena?”

Ali G al cura: "De acuerdo, y....qué dia nacio es personaje que ustedes llaman Jesuscristo?"
Cura: "nosotros celebramos el nacimiento del Nuestro Señor Jesucristo el día 25 de Diciembre"
Ali G: "ya.... y....no le parece sospechoso que coincida con el día de Navidad???" (bueno, este chiste no es suyo pero no esta mal, no?)
Ali G al cura: “y cómo es que hay tantas monjas que ejercen la prostitución?”.
Cura indignado: “estoy seguro de que usted no tiene una sola prueba de que eso es cierto”
Ali G: “Sí, si que es cierto, en el cumpleaños de mi primo Benny, vino una monja a hacer un steaptease y es muy común…tengo videos..quiere verlos? Tengo vídeos?”
Ali G (de nuevo al cura): “ Se casaría usted con la señora anglicana que nos acompaña esta noche?”
Cura: “no, tengo voto de castidad desde hace 42 años!"
Ali G: “ya, ya …y si estuviera buena????”

En otro reportaje Ali se va a visitar la sede de las Naciones Unidas. Esta por allí husmeando en las instalaciones y ve la silla de Jordania (en inglés Jordan) y le pregunta a un funcionario si no les da vergüenza que Jordan por muy buen jugador de baloncesto que sea tenga derecho a voto en la asamblea.

A lo cual le contestan que es Jordan es un país. Él simplemente no se lo cree!

Después ve la silla de Guinea. Y pregunta que quien es el señor Guinea. Y le dicen que es un país. Y él replica que si les parece correcto darle voz a un país de mierda como ese.

En otro de los reportajes, entrevista a un asesor de estrategia de George Bush y le pregunta:

Ali G: “¿conoce usted al General Swcharchoff?” (no se si el “spelling” es correcto).
Asesor: "en efecto, ha sido uno de nuestros hombrés más valiosos"
Ali G: “aja, y ¿al General Motors?”

Sin comentarios!!!


sábado, 15 de septiembre de 2007

Un Antro en Navojoa

Aquí los bares se llaman antros. No. No es porque tengan mala reputación, ni en ellos desarrollen sus (licitas, en mi humilde opinión) actividades las mujeres de moral despistada… ese gran servicio público. No, se llaman antros “por defecto” o “por convenio”, según se prefiera.

Los antros, bares, pubs siempre son extraños la primera vez que entras y acaban siendo como tu casa después de un par de cervezas. Es lo contrario de lo que le pasaba a Calamaro con su Argentina natal:

“la última vez que nos vimos éramos primos. La próxima vez, tal vez, seamos extraños. Según pasan los años puede ser que llegue a ser un viejo desconocido. El novio del olvido”

Todo empieza estando más o menos tranquilo. A eso de las 12 de la noche. La gente sentadita en sus sitios saboreando básicamente cervezas, el néctar de la eterna juventud por estas tierras, una Coronita, una Tekate, una Pacífico…todo sirve. Poco a poco el ambiente se va relajando, los bailes se hacen más sugerentes, las caderas se contonean más insinuantes y todas te parecen más bellas (si cabe). Es lo que tiene ver las cosas bajo el prisma de la malta fermentada…que la óptica mejora. Y, en definitiva, no es tan importante cómo las cosas son, si no cómo las ves.

Ahora son las 2 y media de la mañana y estoy sentado en una de las tumbonas de la piscina del Navojoa Plaza. La temperatura es ideal y escucho el murmullo del agua en la alberca junto con los acordes de Corinne Bailey que salen de mi ordenador portátil

Mañana no hay que madrugar mucho así que por primera vez en unos cuantos días puedo relajarme. La semana que entra va a estar llena de situaciones tensas pero hoy he tomado un par de decisiones y es que a veces no tener claro lo que vas a hacer es más desequilibrante que hacer lo que debes aunque esto sea muy duro. En esos casos llegar a una conclusión sobre hacia donde dirigirte, aunque el camino que eliges sea pedregoso o lleno de bestias pardas acaba resultando liberador.
En fin, we´ll keep in touch

miércoles, 12 de septiembre de 2007

La Soledad del Corredor de Fondo

Últimamente parece que todo sale mal; Que me mantengo en pie por la inercia de lo bien que me han ido las cosas en el pasado pero que una amenaza negra, muy negra, se cierne sobre mi. Sube el Euribor, cierran las inmobiliarias, el pan está por la nubes, hay crisis en el sector porcino y los cereales están a niveles estratosféricos. Me he quedado sólo sobre la faz de la Tierra, mis proyectos se han hundido….el fin del mundo parece cercano pero aún se respira.
“Esta tarde escuchaba a una marchadora española. Maria Vasco (creo que ese es su nombre). A principios del 2006 su padre murió. Ella contaba en aquel momento con 30 años. Después de haber sido una brillante atleta en los años previos, de planificar su boda (que tuvo que anular por la muerte de su padre), de someterse a una entrevista en Interviú que la hizo estar en el ojo del huracán y le creó unos cuantos enemigos, de varios malos resultados en competición que la hicieron víctima de las críticas de todos los plumillas deportivos que jamás han despegado el culo del asiento de su redacción….tras todo eso, este año en Osaka (Japón) ha conseguido la medalla de bronce en una de las pruebas más duras de todos los campeonatos del mundo, los 20 kilómetros marcha. A las 8 de la mañana de aquel día, la temperatura era de 30 grados centígrados y la humedad relativa del 70%. Todo estaba en contra pero ella había entrenado. Se había sobrepuesto a las críticas, al desánimo , a la depresión, a su peor enemiga que por momentos fue ella misma.

Al llegar a meta en tercera posición por detrás de dos de las representantes rusas, Maria calló de rodillas, miró al cielo, y desde lo más profundo de su ser le dedicó el triunfo a su padre.”

Me siento como un corredor de fondo en el momento crítico de la carrera en el que se plantea tirar la toalla. Escuchar la historia de la Vasco me ha hecho convencerme de que eso es lo último en lo que tengo que pensar. Aunque todo se pongan en contra, aunque la temperatura sea asfixiante, aunque la humedad te ahogue, mientras tu corazón siga latiendo y tu cabeza pensado hay que luchar. Así que eso es precisamente lo que voy a hacer.

Un abrazo

lunes, 10 de septiembre de 2007

"Siempre soy el mismo"

Una vez más y por quinta vez en el 2007, me dispongo a “saltar el charco” para visitar México. No tengo ninguna queja. Siempre me han tratado muy bien, la verdad. Pero antes de un viaje de estos, me pasa exactamente lo mismo que cuando tengo que hacer cosas como ir a una cena de trabajo o visitar a familia lejana y/o política (bueno, ahora ya no, puesto que la “política” en cuestión me dejó en la cuneta tirado), y es que inconscientemente, cuando el momento de hacer alguna de estas actividades se aproxima me monto unas películas melodramáticas sobre lo mal que me van a ir las cosas y empiezo a imaginarme situaciones retorcidas y series de “catastróficas desdichas” encadenadas que van a hacer que lo pase fatal. Nunca nada está lo suficientemente preparado, ni es todo lo divertido que tiene que ser para que este sentimiento desaparezca y todos estos pensamientos consiguen amargarme la vida y agriarme el carácter durante los 2 ó 3 días previos al evento en cuestión. En esas jornadas estoy cabizbajo, intratable, melancólico, bucólico (tirando a alcohólico) y me irrito con facilidad al más puro estilo “vayasealamierdanomeadmire” de Fernando Fernán Gómez.

Afortunadamente, no hay mal que cien años dure y en cuanto me subo al avión (en el caso del viaje), entro por la puerta (si de una visita social hablamos) o me siento a la mesa (en caso de una cena de trabajo) me transformo en la alegría de la huerta y empiezo a preguntarme por qué coño no aprenderé nunca. A veces en relación con esta sensación me vienen a la mente recuerdos de cuando niño:

“Tengo un primo (cuyo nombre no diré) con el que en la tierna infancia, hacía fechorías por el pueblo de mis abuelos. Para que os hagáis una idea nos llamaban “estarqui” y “jach”, como a los dos policías de aquella serie. Él era el rubio y yo el moreno, por supuesto. Realmente éramos inseparables. Yo era como su sombra: más oscuro, más alto y siempre pegado a sus talones. Nuestras actividades consistían básicamente en que a él se le ocurría alguna idea de índole más o menos arriesgada o de consecuencias imprevisibles y yo me dedicaba a intentar disuadirlo (casi siempre sin éxito). Al final, solía entrar en escena la garrota hábilmente manejada por mi abuelo para sacudirnos a los dos mientras repetía (mi abuelo, no la garrota) la frase “tanto peca el que mata como el que tira de la pata!” justificando el castigo en indiscriminado a la fuente de todos los males (es decir, nosotros).

No obstante, entre la trastada en cuestión y el momento en que esta era descubierta (porque obviamente, nunca confesábamos por voluntad propia), siempre se producía un período de penitencia y arrepentimiento en el cual mi primo repetía constantemente….“siempre soy el mismo, siempre soy el mismo” , mientras observaba las consecuencias de sus / nuestras acciones (casi siempre algún tipo de ruptura de materiales, producción de daños físicos y/o morales a terceras personas o a nosotros mismos y pérdida de bienes muebles que menguaban el minúsculo patrimonio de mis abuelos ).”


Pues bien, cada vez que paso uno de esos momentos críticos en mi vida en los que me doy cuenta de que lo he pasado mal agobiándome de manera prematura e injustificada por algo que seguramente no es tan malo, recuerdo la imagen de mi primo y también me repito aquello de “siempre soy el mismo”. Nunca me he visto en esos momentos, pero estoy seguro de que , inconscientemente, esbozo una leve sonrisa recordando.

“Estos son recuerdos del pasado, de lugares ya remotos.
Cuando no era más que un trozo del adulto que ahora soy.
De ese viaje que hice en bicicleta con burbujas en el aire.
La ciudad que eran dos calles tan enanas como yo.
Tengo en un baúl dos mil recuerdos que quedaron de aquel tiempo,
donde guardo la ilusión.
La Venta de La Rosa, 1972,
un duro de Palotes y un polo de limón,
películas con rombos,
Gustavo y dos son dos,
la calle de adoquines, la tiza y el crayón”

Pedro Guerra.

martes, 4 de septiembre de 2007

La Carta Esférica

A ver….reconozco que llegué al cine muy escéptico. Sólo he visto dos películas de Pérez Reverte adaptadas al cine, La Tabla de Flandes y El Capitán Alatriste. No sabría cual es más bodrio de las dos analizándolo objetivamente pero…creo que Alatriste, precisamente por las expectativas generadas en los medios de comunicación, debe de ser declarado pufo internacional del calibre, como mínimo del producto “Milli Vanilli” (o como coños se escriba).

Reverte no es en mi opinión un gran escritor a pesar de que no pone muchas faltas de ortografía(aunque ya se sabe que para gustos se hicieron los colores). En cualquier caso creo que el término “best seller” define perfectamente lo único que representa este plumilla para la literatura. El calificativo de “best writter” lo reservaremos para otros representantes más dignos del noble arte literiario como el redactor de la hoja parroquial de la iglesia de mi pueblo o el guionista de éxitos como “Caray con el Mayordomo, que largo tiene el Maromo” ó “El fontanero, su mujer y otras cosas de meter”.

En el lado positivo de la balanza (y lo que definitivamente me hizo desprenderme de 6 eurazos en una entrada) estaban el director Inmanol Uribe, y los dos protagonistas; mi idolatrado (y paisano) Carmelo Gómez y la divinidad encarnada en mujer Aitana Sánchez Gijón.

Hay que reconocer que la película no pasará a la historia como una de las obras maestras del género del suspense naval pero también es justo decir, que tiene su miga y entretiene (y mucho) durante las casi dos horas que dura.

Cuenta la historia de una mujer mala, muy mala, y un marino bueno, muy bueno. Al final, las cosas no son lo que parecen y si bien es cierto que la fémina es tan hija de puta como aparenta, el marino no resulta tan cateto. Sólo diré eso para no “reventar” la película (como aquel día que estando en la cola del cine para ver La Pasión del Mel Gibson alguien gritó…”al final, lo crucifican!”). El resto tendréis que verlo.

En definitiva es una obra recomendable. Carmelo, le da matices brillantes a su personaje y saca petróleo de las escenas más aparentemente insípidas. El poder hipnótico de Aitana es excesivamente poderoso y por ello desaconsejo esta película a corazones masculinos heterosexuales y solitarios en busca de alma gemela (como yo mismo). Corréis el riesgo de poner el listón demasiado alto y tener que transmitir vuestros genes a la descendencia por partenogénesis o donación anónima en banco de semen y asumir la posibilidad de que alguno de vuestros anónimos y desconocidos vástagos os prenda fuego en algún cajero en el que durmáis cuando lleguéis a “homeless” (la vida a veces puede llegar a ser muy irónica, la verdad) u os reclame herencia cuando seáis unos millonetis.

Se me ha pasado comentar de qué va la peli pero bueno, ya os dejo el trailer, que para eso se molestan los de las productoras en hacerlos, no?

Ala. A disfrutarla!


sábado, 1 de septiembre de 2007

Elemental, querido Watson!

Modestia aparte...soy un lumbrera!

En general, para una persona de mente intermedia, estas dos noticias aparecidas el la prensa regional nunca hubieran tenido un nexo de unión. Sin embargo, gracias a mi inteligencia superior he podido enlazarlas de modo casi inconsciente. No queráis saber cómo he conseguido relacionar ambos acontecimientos. Esta capacidad mía es algo metafísico..inexplicable!



Un joven se corta el pene y lo tira al retrete en Salamanca porque 'no quería pecar más'

El hombre, con domicilio en la calle Alarcón, en el barrio de San Bernardo de la capital salmantina, utilizó un objeto cortante la madrugada del pasado jueves para amputar su miembro viril porque "no quería pecar más", según publica el diario 'La Gaceta regional de Salamanca'.



Una familia de Ferrol descubre una serpiente pitón de dos metros en el inodoro de su casa

Fernández ha precisado que la serpiente --de color pardo-- tenía un diámetro "mayor que el de un brazo"




La verdad, no me extraña que con semejante instrumento el muchacho estuviera cansado de pecar. Es que al final...todo cansa. Os lo digo por experiencia!.