lunes, 17 de marzo de 2008

Capítulo 4

Me fui a la cama inquieto, tembloroso, titubeante…Sospecho que las cinco cervezas que me había bebido viendo Bricomanía bien podían tener algo que ver con mi estado pero, inmediatamente, negué la evidencia (como buen borracho cuando jura y perjura que no lo está) y achaqué todo aquel estado de excitación a los extraordinarios fenómenos ocurridos aquella jornada.

Era demasiado tarde y estaba demasiado oscuro afuera para bajar a comprobar la autenticidad de mis recuerdos. Demasiados “demasiados” como para plantearse cualquier otra acción que no fuera intentar introducirse bajo el nórdico que se esfuerza infructuosamente por ocultar la totalidad de la superficie de mi colchón.

Me acosté…

“Miré al techo buscando al cielo inspiración,
y me perdí colgado en las alturas.
Por cierto, al techo no le iría nada mal,
una mano de pintura” (Serrat)

El sueño es algo realmente asombroso. Uno a veces se acostumbra a estas cuestiones fascinantes de la vida por su cotidianidad y no se da cuenta de lo excepcional de muchos fenómenos que suceden a nuestro alrededor. El hecho de que nuestro cuerpo se desconecte de la consciencia por unas horas para, de nuevo volver a la actividad es algo que bien pensado, resulta totalmente increíble. Todas las fantasías que se generan en nuestra mente en esos momentos, la fase REM, las apneas, el sonambulismo…son cuestiones que desafían el conocimiento humano. Qué profundo…

Al día siguiente me desperté dos minutos antes de que sonara la alarma de mi móvil. Hay un inquietante reloj interno que acaba por hacer innecesario el uso de los dispositivos medidores de tiempo. En realidad, los despertadores suelen servirnos más bien como medida de seguridad que complementa nuestro sistema biológico. Con ansiedad, dirigí mi vista hacia la ventana y me acerqué con cierta tensión dramática. La mañana estaba brumosa. Una de esas mañanas a orillas de la ría que anuncian que el día va a ser en realidad soleado. Realmente no pude ver nada más allá de unos metros pero se percibía mayor ruido de motores que los habituales a esas horas de la mañana…me vestí a toda prisa. Perdón, ya que hay lectoras, rectifico: me DUCHÉ y me vestí a toda prisa. Coco ya estaba esperándome en la puerta (por un día y sin que sirva de precedente. Normalmente tengo que despertarlo) y bajamos a toda velocidad.

Crucé el paso a de cebra a toda velocidad. Solté al perro y me dirigí a trote cochinero hacia la zona en la que ayer se encontraban los árboles. Inmediatamente supe por qué aquella mañana al asomarme a la ventana parecía haber más tráfico del habitual….

To be continued…..

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Aaahhh!! dime que no nos vas a tener otros 11 días en ascuas!!! intrigada me tienes acerca del desenlace final de todo esto... aunque abogo por la posibilidad de que no lo sepas ni tu, me equivoco??
Bueno, aunque tengo que hacer una pequeñita e insignificante reseña al comentario...

"me vestí a toda prisa. Perdón, ya que hay lectoras, rectifico: me DUCHÉ y me vestí a toda prisa"..

Lo políticamente correcto en estos casos creo que está demás... sin mencionar que ese tipo de alusión tambien puede "herir" la sensibilidad de algún lector que pertenezca a ese circulo de hombres denominados "metrosexuales"... o no? jejeje
Besitos...
Por cierto, que tal el discurso del otro día? Lo bordaste, supongo!!

Luis dijo...

Hola Yoli...te crees que te voy a decir si tengo en mente el desenlace????

De eso, nada..puede que si o puede que no...

Lo de la ducha era un guiño humorístico..ya sabes que yo me ducho cada sábado (incluso cuando no me hace falta)

Qué más?? Umm, de lo de la cena te enviaré un supermontaje de fotos que he hecho con música y tooo..lo pasamos muy bien, y el "discurso", no fue ni chicha ni limoná...
digamso que sólo correcto!

-- dijo...

Luís de verdad que me encanta como escribes, algún día quiero ser como tú, pero yo tan ordnaria jaja...

Bueno, espero que pronto venga el siguiente capítulo porque de nuevo me quede pidiendo más...

Bueno y nos debes lo de tu cena de despedida!!

Un gran abrazothe, besos!!

Anónimo dijo...

¡Mecachis!!!!, me recome tanta intriga, me paso las horas abriendo el blog(que tengo a tiro de piedra en favoritos) para leer cada capítulo y a veces me desespero, na de na. Ahora doblemente, esperando el quinto y ese....documental. ¡Señor, señor!!!
Un abrazo, ¡campeón!!!
Anónimo II (Aaahhh!!, casi pongo el nombre.)

Adriana Lara dijo...

buenísimoooooooo, encontré a alguien que está haciendo algo como yo... volveré a leerte.
Adri.

Ana dijo...

Ya te vale ya te vale ... jejejejejeje.

Isabel Sira dijo...

Como te gusta dejarnos intrigados!

Limbo Negro dijo...

A mi me basta con encender la tele para beberme un barril entero. Hay dos opciones: o te pasas al whisky directamente o dejas de ver bricomanía.